Cyle Larin, ante su última oportunidad en el Mallorca
El canadiense, muy discutido, tomará el relevo del kosovar Muriqi en los próximos partidos
El club quiere venderlo en verano, pero su salario es un freno para la mayoría de aspirantes
Lleva cinco goles esta temporada, pero aún no ha marcado en el año 2025


Cyle Larin está ante su última oportunidad en el Mallorca. El delantero canadiense, segundo máximo goleador del equipo esta temporada con cinco tantos, aunque no ha marcado aún en el año 2025, será el sustituto del lesionado Muriqi por lo menos durante los cuatro próximos partidos. Es una gran ocasión para reivindicarse y para aumentar su precio en el mercado, ya que el club quiere venderlo al final del curso, aunque será difícil que algún equipo quiera hacerse cargo de su abultada ficha de cuatro millones de euros anuales, una de las mayores de la plantilla.
En el Mallorca tienen comprobado que Larin rinde mejor cuando se siente el único delantero titular. No lleva bien la competencia con Muriqi y se diluye. Ya pasó el año anterior cuando se lesionó el kosovar y volvió a suceder a comienzos de esta temporada cuando el pirata sufrió sus primeros problemas de isquiotibiales, lo que coincidió con el mejor momento del canadiense en ambas ocasiones. El único encuentro en el que ambos delanteros mostraron una buena compenetración fue ante el Girona, día en el que Larin marcó dos goles, pero desgraciadamente esa fue una anomalía.
El club es consciente de que tiene un problema con el jugador, por el que pagó ocho millones de euros al Valladolid en el verano de 2023. No se ha llegado a aclimatar nunca ni a la isla ni al vestuario, sigue sin hablar español pese a que lleva más de dos años en España, y sigue mostrando un carácter tímido y reservado. La intención es ponerlo en el mercado y invertir lo que se saque de él en otro delantero, pero va a ser muy complicado porque tiene contrato hasta 2028 y su salario de cuatro millones es un obstáculo para la inmensa mayoría de equipos que puedan estar interesados en él.
En este escenario, el sábado toca visitar San Sebastián, un campo en el que el año pasado Larin falló cuatro mano a mano clarísimos ante Remiro, el portero de la Real Sociedad. Aquel día jugó un gran partido en cuanto a movimientos y desmarques, pero lo estropeó en el remate. Ahora tendrá una segunda oportunidad y el Mallorca confía en que de una vez sea capaz de aprovecharla porque el equipo lo necesita.
Temas:
- Real Mallorca
- Real sociedad