El Consell de Mallorca congela la tarifa de residuos en 114,95 euros por tonelada para el año 2024
La empresa concesionaria había presentado una propuesta que duplicaba la tarifa actual
Para congelar la tasa el Consell ha aprobado una subvención de 43 millones al sistema de gestión de residuos
El Consell de Mallorca gobernado por PP y Vox congela la tarifa de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que durante 20024 seguirá siendo de 114,95 euros por tonelada, la misma que la actual. Se congela la tasa a pesar de que la empresa concesionaria, Tirme, propuso el pasado mes de agosto una tarifa de 225,78 euros por tonelada, casi el doble que la actual.
El Consell que preside Llorenç Galmés (PP) ha optado por no subir la tarifa, y por ello ha aprobado conceder una subvención de 43 millones de euros al sistema de gestión de residuos.
El presidente del Consell ha explicado este jueves en rueda de prensa que sin esta subvención, la tarifa se hubiera quedado en 225,78 euros por tonelada. «Se inyectarán 43 millones de euros para que esa subida no sea una realidad», ha afirmado.
Galmés ha dicho que el Consell «no puede permitir que los ciudadanos tengan que pagar el doble por la irresponsabilidad del anterior Ejecutivo». Según el presidente del Consell, el anterior equipo de gobierno del pacto de izquierdas que presidía la socialista Cati Cladera aprobó una tarifa para 2023 «totalmente irreal» y «lo hicieron plenamente conscientes de ello».
Por su parte, la directora insular de Residuos, Margalida Roig, ha constatado que se han encontrado con una «situación extraordinaria» puesto que la tarifa oscila entre un 30 o 50%, pero «nunca» se había propuesto una subida de cerca del 100%.
Igualmente, Roig ha criticado la gestión del antiguo gobierno insular puesto que «ya sabían en abril que habría déficit» en esta cuestión y que en su departamento «no han visto ni una medida encaminada para solucionarlo». Además, ha lamentado que el nuevo departamento de residuos «no ha tenido margen de maniobra».
Lllorenç Galmés ha remarcado que, después de meses de reuniones y trabajo «se ha logrado que Tirme también asuma una parte del incremento que suponía la propuesta de tarifa». En concreto, la concesionaria aportará 5,1 millones de euros.
La falsa tarifa del pacto de izquierdas
Sobre los motivos que han llevado a esta situación, Llorenç Galmés ha subrayado que «el pacto de izquierdas aprobó una tarifa irreal en base a unas previsiones irreales y lo hicieron plenamente conscientes con una finalidad puramente electoralista, puesto que se trataba del último año de mandato antes de las elecciones».
«De hecho, podemos decir que el Consell de Mallorca baja de facto la tarifa para el año 2024, ya que la tarifa real para este año era de 138 euros por tonelada y no 114», ha precisado Galmés.
Por su parte, el vicepresidente segundo y consejero de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, Pedro Bestard, ha afirmado que «la intención del Consell ha sido desde el primer momento evitar el impacto de la subida de la tarifa en los ciudadanos, una algo que hemos conseguido con mucho esfuerzo por parte de todos y de la empresa concesionaria».
La Dirección Insular de Residuos ha explicado que existen tres externalidades que han hecho subir al alza la tarifa en 2024: el incremento del IPC, la subida vertiginosa del euríbor y el decreto aprobado por el Ministerio de Energía que retira las subvenciones a determinadas energías renovables, entre ellas la generada a través de incineración.
En relación al IPC, dadas las subidas registradas en el último año, la tarifa para el próximo ejercicio se elevaría a 162,56 euros, cuando actualmente se mantiene fijada en los 114,95 euros.
La segunda variable que ha contribuido a esta importante subida es el euríbor. El modelo concesional prevé que Tirme financie la práctica totalidad de las inversiones (alrededor de 650 millones desde que se inició el servicio). Teniendo en cuenta que los tipos de interés han subido casi 4 puntos en 12 meses, la amortización de estas inversiones supone casi el 50% del total de la tarifa. Es la «hipoteca» que paga el Consell de Mallorca, como la que afecta a cualquier otro ciudadano.
Sin ayudas a la energía
El tercer factor que ha tenido un impacto negativo sobre el sistema tarifario tiene que ver con los ingresos por el sistema de venta de energía producida a través de la valorización energética. El pasado 30 de junio, el Ministerio de Transición Energética aprobó un decreto por el que se retiran las subvenciones a determinadas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos. Esto ha significado que Tirme, empresa que gestiona la planta incineradora de Mallorca, deje de ingresar 12 millones de euros del Gobierno por retorno de inversión.
Con estos tres condicionantes, cuya tarifa real se partía en 2023 era de 138 euros, si bien se estableció en 114 euros por tonelada de forma artificial, sin atender a las previsiones, que ya indicaban una subida importante del euríbor y un descenso considerable de los ingresos por venta de energía.
Estas tres externalidades, unidas al éxito del sistema (que avanza en la recogida selectiva gracias a la labor de los ayuntamientos ya la colaboración ciudadana), ha generado una «tormenta perfecta» que ha derivado en este fuerte incremento al alza de la tarifa de 2024 y ha obligado al Consell de Mallorca a subvencionar la tarifa para poder congelarla y que, en modo alguno, tengan que asumirla los mallorquines.