El centro de Palma se queda sin taxis los días de cruceros al dispararse la demanda
Las paradas registran largas colas de turistas esperando un vehículo disponible
Los taxistas reconocen que "el verano va bien" y el servicio ha mejorado, pero esos días "no damos abasto"
El centro de Palma se queda sin taxis porque los profesionales del volante no dan abasto los días que llegan cruceros, ante la falta de transporte público regular que atienda a los miles de pasajeros que desembarcan en el puerto de Palma.
Esto provoca largas colas de usuarios del taxi en enclaves tan turísticos y con tanta concurrencia pública como la céntrica Plaza de España, donde hay momentos de la tarde en los que se pueden ver largas colas de turistas y residentes esperando un taxi libre que nunca llega.
Biel Moragues, presidente de la patronal del taxi de Pimem, precisa que «el verano va bien porque se han hecho muchas cosas y se han tomado decisiones que estábamos pidiendo, pero con el tema de los cruceros nosotros no podemos hacer más de lo que hacemos. No damos abasto los días que llegan, es imposible».
«Y lo mismo que digo de los cruceros pasa con los conciertos», abunda Moragues. «Si programan conciertos por la noche para 10.000 personas y no hay un transporte público suficiente y adecuado, lo normal es que los taxis no podamos atender a tanta clientela, pero eso no es culpa nuestra».
Moragues pone el acento en el hecho de que un crucerista viene con el tiempo contado a Palma: llega al puerto, baja al centro «y a las 4:30 o las cinco de la tarde se tiene que ir y tiene que volver al barco. Y entonces pasa lo mismo, los taxis no damos de sí para más servicios».
Y ello pese a que el Ayuntamiento de Palma, consciente de la falta de taxis en temporadas precedentes por la deficiente gestión del anterior gobierno municipal del socialista José Hila, para el presente verano adjudicó hasta 163 licencias temporales, adicionales a las 1.246 existentes.
Unos permisos para operar en temporada turística que, además, tienen la particularidad de que su área de acción se circunscribe a los municipios de Palma y Marratxí, sin poder iniciar ningún servicio en el recinto del puerto, aeropuerto y zonas de Can Pastilla y Playa de Palma. Todo ello con el objetivo de prestar un mejor servicio en el centro de la ciudad de Palma.
Pero los días de crucero en plena temporada la demanda se desborda en el centro de la capital balear, con miles de turistas que van y vienen del puerto de Palma.
Incluso desde el pasado 1 de agosto y hasta el 30 de septiembre los taxis de Palma y Calvià tienen la posibilidad de aceptar usuarios en el otro municipio utilizando los puntos habilitados como parada.
El convenio firmado entre los dos ayuntamientos mejora el servicio del taxi en ambos municipios, ampliando el número de vehículos puestos a disposición de los usuarios ante situaciones de gran demanda y evitando que los taxistas de Palma y Calvià se vean necesariamente obligados a efectuar de vacío el viaje de regreso a su municipio de origen.
Pero como apunta Moragues «nunca verás a un político quejándose del funcionamiento de las líneas el autobús porque eso depende de ellos; ahora, del taxi habla todo el mundo».
Y pone como ejemplo este veterano del sector el hecho de que a determinadas horas del día son cientos los pasajeros de la EMT de Palma ven cómo el autobús pasa de largo porque va completo. «Y entonces, lo primero que hacen es pedir un taxi y estamos en lo mismo. Tampoco podemos ofrecer un servicio a la carta al momento, sobre todo en verano y con tanta demanda.»
Se da además la paradoja que por primera vez durante esta temporada turística, una semana al mes, 250 taxis están obligados a trabajar en Palma y no pueden ir al aeropuerto, puerto ni Playa de Palma, con el objetivo de que en la zona centro los ciudadanos de Palma no queden desabastecidos de este servicio público, algo que los días de crucero está claro que ni doblando la flota sería suficiente