Baleares ha perdido el 25% de sus funcionarios estatales por el coste de la insularidad

Baleares ha perdido el 25% de sus funcionarios estatales por el coste de la insularidad. El movimiento de unidad de acción sindical por la calidad del sector público estatal en las Islas ha decidido pasar a la acción. El Centro Penitenciario de Palma ha acogido la primera de las concentraciones previstas para reclamar una insularidad digna. Han participado un centenar de personas de un colectivo formado por 13 sindicatos y asociaciones profesionales del ámbito de la Administración General del Estado, Policía Nacional y Guardia Civil.

En un comunicado, los sindicatos convocantes lamentan el abandono que padecen los trabajadores y funcionarios del sector público estatal en Baleares por parte de las  administraciones y de los diferentes dirigentes políticos. 

Una dejadez y pasividad a la hora de tomar decisiones que, por ejemplo, ha provocado una descapitalización de empleados públicos: el progresivo envejecimiento y jubilaciones se ha traducido en la pérdida del 25% de las plantillas pese a que la población de las Islas en esta última década ha crecido de forma notable. 

Consecuencia inmediata de este panorama, es la obligada asunción de una mayor carga de trabajo para el personal y un peor servicio para los ciudadanos. Según los convocantes, lejos de solucionarse, esta situación se está agravando por el elevado precio de la vivienda y del coste de la vida, superior que en el resto de España.

A ello habría que sumar los inconvenientes derivados de la insularidad (transporte, desarrollo familiar y personal) y la realidad lingüística en Baleares, dando como resultado que sea un destino poco atractivo para los empleados estatales, y que la opción de traslado sea mayoritariamente rechazada por los funcionarios de otras comunidades. 

A nivel social y personal, por todo este contexto sociolaboral, no se estaría generando un clima de arraigo en las personas que son destinadas de manera forzosa a las Islas, que abandonan el destino asignado en la primera ocasión en que pueden optar a una plaza en otros territorios, donde el coste de la vida es inferior. Si a ello le sumamos la falta de reposición de jubilaciones, se genera una insostenible pérdida de conocimiento y experiencia necesarios para un mejor servicio público.

Las colas, retrasos en la gestión y la imposibilidad de hacer frente a las necesidades del servicio, son una constante que se va agravando día a día y que, advertían los convocantes, si no se resuelve, conducirá al colapso. Por ello transmitieron un mensaje de alarma sobre la situación de los servicios públicos porque «en muchos casos, estamos a un paso del colapso y exigimos soluciones urgentes al grave problema que vivimos», apuntaban en el manifiesto dado a conocer durante la concentración.