El Atlético, mal enemigo para resucitar

El Atlético de Madrid no ha empezado muy bien la liga, pero se ha reivindicado en la Liga de Campeones al igualar en Anfield un 2-0 a favor del Liverpool, aunque perdiera en tiempo de prolongación. Antes había logrado su primera victoria de esta temporada al vencer al Villarreal (2-0) en el Metropolitano. Precisamente el último encuentro que le pitó el extremeño Hernández Maeso, designado para el partido de este domingo, en noviembre del 2023: Atlético, 3- Villarreal, 1. Quienes piensen mal de Gregorio Manzano como miembro del Comité de Designación, allá ellos. Con él o sin él, los de Simeone empataron en Mendizorroza con un gol antireglamentario que subió al marcador.
Ha sido el equipo más activo en el mercado de verano con ocho fichajes, el doble que los del Mallorca: Ruggeri, Hancko, Pubill, Nico, Raspadori, Johny Cardoso, Alex Baena y Almada. Estos tres últimos no viajan, además de otro lesionado, Giménez. Por el contrario ha recuperado a Julián Alvarez y Hancko quienes seguramente tendrán minutos. El «Cholo» mantiene toda su confianza en Oblak, Marcos Llorente, Le Normand, Lenglet, Barrios y el resto en función de las rotaciones que considere necesarias de cara a la jornada del miércoles. Fiel a su estilo, firme como conjunto y peligroso por algunas de sus individualidades.
En el extremo opuesto, el grupo de Arrasate. Frágil en defensa, sea de cuatro o de cinco, sin futbolistas diferenciales y parco en ataque. Sin novedad en el frente y tampoco en la retaguardia. El técnico resta trascendencia al dibujo y no tanto a la evidente falta de concentración e intensidad con las que ha pagado los catorce puntos que ya han volado. Demasiados. El otoño ha llegado sin saber por qué ha sido, pero el invierno se adivina más crudo. El malcriado Dani Rodríguez sigue fuera de la convocatoria. También Llabrés por lesión. Hablando de rotaciones también las habrá aquí o en Anoeta.
Como dijimos al principio, arbitará el extremeño Hernández Maeso. Cumple su tercera temporada en Primera. Apreciado en el Comité, no le fue muy bien al Mallorca aunque en uno de los dos encuentros que lo sufrió logró ganar, 2-1 ante el Girona. Pero mostró hasta seis tarjetas a los locales, una de ellas roja a Muriqi por un pisotón que ni vió, ni había sancionado. En el otro, Valencia-Mallorca 1-0, amonestó a Jagoba, además de Maffeo, Samu y el niñato rebelde. Particularmente no me entusiasma su forma de dirigir, pero por una simple cuestión de gustos.