Artistas callejeros y caravanistas exigen al alcalde de Palma mayor permisividad en la ordenanza cívica
Los primeros quieren amplificadores de sonido de más volumen y más calles para poder actuar
Los caravanistas que se les permitan residir en sus vehículos: "Es una barbaridad sacar a la gente"
Artistas callejeros y caravanistas han exigido en el pleno al alcalde del PP de Palma, Jaime Martínez, una mayor permisividad en la ordenanza cívica que será aprobada, en principio, el próximo mes de enero.
Asociaciones de artistas callejeros y de personas que residen en autocaravanas quieren que se modifiquen determinados puntos de la misma porque en líneas generales, consideran que el texto, que ya ha sido aprobado de forma inicial por la Junta de Gobierno, es demasiado «ambiguo» y que puede dar pie a confusiones en su aplicación.
«Su ordenanza vuelve a criminalizar a los artistas por sus diferentes formas de expresión y movimiento», ha sostenido el presidente de Nou Circ Social Baleares, David Peralta, que ha lamentado que la norma priorice «el orden y la seguridad» ante las actividades artísticas.
Además, Peralta ha leído la contestación que, según él, le ha dado una inteligencia artificial al preguntarle por su opinión acerca de la ordenanza. «Me ha contestado que parece excesiva y confusa a primera vista», ha dicho.
Para mejorarla, ha propuesto que sea más clara, que los espectáculos musicales puedan llegar hasta los 20 vatios, que se amplíen las zonas habilitadas para estas actividades, que se refuerce el uso del carné de calle, que se agilicen los permisos para los artistas callejeros y que se lleven a cabo campañas para consolidar a Palma como un referente cultural y de armonía entre artistas y ciudadanos.
Por su parte, la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Mallorca, Ángela Pons, ha lamentado que detrás de la ordenanza haya «una falta de democracia y derechos humanos enormes». «Quieren una Palma limpia, pero no de cacas de perro, sino de personas humanas que molestan a la vista, según ustedes», ha manifestado.
También ha hecho referencia a la intención de limitar la residencia en las autocaravanas y el aumento de las sanciones contra quienes viven en ellas. «No pueden sacar a la gente de las caravanas y decirles que no tienen una solución habitacional. Es una barbaridad», ha esgrimido.
En la misma línea se ha expresado una mujer que reside en uno de estos vehículos, quien se ha reiterado que, a su juicio, la intención del Ayuntamiento es conseguir una Palma «limpia de la gente que les molesta».
«Si no podemos pagar un alquiler no vamos a poder pagar una multa, que no es la solución. Nos van a echar, pero cada vez van a haber más autocaravanas», ha dicho otro.
Las asociaciones ProMúsics Mallorca, Músicos de las Calles (AMC) y Artistas de Calle (Aarca), por su parte, han exigido al Consistorio que modifiquen los artículos del texto que abordan las molestias al vecindario mediante el uso de instrumentos o la voz para que sean más claro.
«Hay ambigüedad y falta de precisión en la redacción. Estamos de acuerdo con evitar las conductas incívicas, pero puede generar interpretaciones subjetivas que afecten a las actividades artísticas», ha dicho la representante de la AMC, quien también ha solicitado que, de acuerdo con la normativa vigente, la ordenanza permita el uso de amplificadores de hasta 20 vatios.
Los artistas callejeros también han pedido que no se limiten las intervenciones en o cerca de edificios históricos o bienes de interés cultural siempre y cuando no interfieran con su accesibilidad y funcionalidad, al considerar que podría ser una «restricción injustificada de la libertad de expresión artística».
La izquierda contra la ordenanza
Los representantes de los distintos grupos municipales también han abordado la ordenanza cívica, cuya aprobación estaba prevista para este jueves pero ha sido pospuesta, a raíz de una proposición de la regidora de Unidas Podemos, Lucía Muñoz.
La representante de la formación morada ha destacado que las asociaciones que la han precedido están «indignadas» ante lo que considera que son «políticas autoritarias, antidemocráticas y de criminalización de la pobreza».
«Es más fácil expulsar a los vulnerables para que parezca que no existen a hacer políticas sociales para solucionar sus problemas. Es más fácil, pero es despreciable», ha señalado.
En la misma línea se han expresado los portavoces de Més per Mallorca, Neus Truyol, y de los socialistas, Xisco Ducrós. «Hablan de civisimo, pero realmente aplican represión y persecución contra quien piensa diferente y es pobre», ha dicho la primera. «Persiguen la libertad de expresión e instauran un clima de persecución, obligando a los ciudadanos a denunciarse entre ellos», ha reprochado el segundo.
El regidor de Vox Fulgencio Coll, en cambio, ha defendido el texto al considerar que, al revés de lo que opina la oposición, lo que hace es «buscar la libertad y los derechos» y solo regula los casos «en los que no se respeta el civismo».
El regidor de Seguridad Ciudadana y Civismo, Miquel Busquets, ha sostenido que «una ciudad insegura e incívica es una ciudad vulnerable ante el vandalismo, el cumplimiento de la ley y ante aquellos que desprecian el mobiliario urbano y los edificios». «Nuestro punto de vista tiene que ver con el civismo», ha zanjado.