Armengol elige a un ex alto cargo del PSOE para la Oficina Anticorrupción que fiscaliza su gestión
Cristóbal Milán ha estado siempre ligado a los gobiernos del PSOE y fue director de presupuestos con el socialista Antich
El cargo lleva vacante cuatro meses tras la dimisión de Jaume Far y todo apunta que se hará efectivo este mes
El director de la Oficina Anticorrupción de Baleares dimite tras las trabas del Govern para investigar
Armengol elige a un ex alto cargo del PSOE para la Oficina Anticorrupción que debe fiscalizar su gestión. Es, en concreto, el actual jefe del área Ética Pública, Prevención e Integridad de la Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción, Cristóbal Milán Mateu, ex alto cargo socialista en diferentes administraciones desde la década de los 90 del siglo pasado.
Su designación para este cargo, vacante desde noviembre pasado, sólo está pendiente de su tramitación y aprobación por el pleno del Parlament, y todo apunta a que será este mes de marzo.
Milán Mateu ha estado ligado a lo largo de su carrera a los gobiernos del PSOE en diferentes administraciones. En el Govern balear liderado por el socialista Francesc Antich, entre 1999 y 2003, fue director general de presupuestos en una primera etapa, y en una segunda, interventor general en esta misma Administración, entre 2007 y 2011.
Allí aterrizó procedente del Ayuntamiento de Calvià, del que ha sido gerente y director general en diferentes épocas, pero siempre bajo la batuta socialista, pasando por la dirección general de la Guardia Civil donde fue asesor de presupuestos e infraestructuras entre 2006 y 2007 con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior, y Joan Mesquida, director general de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Milán, a propuesta del PSOE, es el principal candidato para liderar este organismo encargado de fiscalizar la gestión del Ejecutivo balear de Francina Armengol.
En estos momentos, el cargo está vacante desde que hace cuatro meses, en concreto, el 2 de noviembre del pasado año, Jaume Far presentara su dimisión irrevocable, alegando motivos personales y arrastrado por las presiones a las que le sometía la cúpula del Govern, a la hora de hacer frente a escándalos en los que decidió no inmiscuirse o dejar correr.
El más recordado de todos, la noche de copas de la presidenta balear en el Hat Bar de Palma, alegando Far en este caso para ponerse de perfil que se trataba de un «conflicto ético» en el que no se podía posicionar.
O la polémica sobre la vacunación privilegiada de altos cargos de diferentes administraciones de Baleares gobernadas por el tripartito balear, cuya investigación decidió dilatar.
Un caso que tras su dimisión quedó inicialmente archivado en febrero por una inexistente prescripción, volviéndose después a reabrir ante el revuelo político suscitado.
El nombramiento de Cristóbal Milán al frente de este organismo adscrito al Parlament balear se concretará en los próximos días. La semana pasada, la Cámara autonómica concedió un aplazamiento antes de hacer efectiva la tramitación de su designación por el pleno, donde tiene mayoría la coalición de socialistas, Unidas Podemos e independentistas de Més.
El nuevo jefe de la Oficina Anticorrupción sería la mejor garantía para el actual Govern de cara a mantener la línea de no injerencia de su predecesor en el cargo. Milán aterrizó en este organismo de la mano de Far en 2019 y ambos ya se conocían al haber trabajado para el Ayuntamiento de Calvià.