Los alumnos del CEIP Son Sardina no acuden a clase para protestar contra el profesor condenado por acoso
Tampoco irán al colegio mañana y pasado con el objetivo de que el docente Miguel Roldán sea destituido


Vuelta al cole algo convulsa en el CEIP Maria Anònia Salvà de Son Sardina. A modo de protesta, ningún alumno de este colegio de Palma ha acudido este miércoles al primer día de clase para mostrar su rechazo a la incorporación del profesor Miguel Roldán, condenado por acosar a un alumno cuando trabajaba en el colegio Gabriel Janer Manila de Marratxí.
Las familias de los alumnos del CEIP Son Sardina convocaron una huelga tras enterarse de que Miguel Roldán había sido asignado a su colegio para este curso 2025-26, un hecho que ha generado mucha incomodidad entre los padres, madres y alumnos.
«Las familias del CEIP Maria Antònia Salvà de Son Sardina queremos expresar de manera clara, pública y rotunda nuestro absoluto rechazo a la incorporación del docente Miguel Roldan en nuestro centro», indicaron las familias en un escrito emitido a los medios de comunicación.
Parece que la protesta ha hecho su efecto y este miércoles ningún alumno ha acudido a clase. Tampoco lo harán mañana jueves y el viernes, y uno de los objetivos de esta acción es conseguir la destitución de Miguel Roldán como docente y modificar la ley para que nunca más se puedan repetir casos como éste.
La posición de los padres es muy clara. «La presencia de un profesor condenado por acoso a un menor genera alarma, desconfianza y miedo. Nuestros hijos tienen derecho a crecer y aprender en un entorno protegido y libre de riesgos», señalan en un comunicado.
Del mismo modo, también sostienen que «hay antecedentes judiciales suficientes que hacen incompatible su trabajo como docente. Consideramos que no es admisible que una persona con este historial esté en contacto diario con menores dentro de un aula», apuntan las familias.
«Entendemos que es una medida precipitada pero nuestra respuesta tiene que ser contundente. Os animamos a organizarnos por clases con la finalidad de poder cubrir la conciliación familiar», concluyen.
Roldán fue condenado a un año de prisión, aunque la sentencia ha sido recurrida y, por tanto, no es firme. La jueza del caso no vinculó el incidente con su condición de docente, motivo por el cual no se le aplicó la pena de inhabilitación profesional.