ARAGÓN

El marketing digital de Sederías Natalia en Zaragoza que arrasa: «Si quieres vender una braga, enseña 6» 

Su propietaria, Pilar, es todo un fenómeno gracias a sus divertidos vídeos en Tiktok

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Paula Ciordia

Sederías Natalia ha logrado posicionarse en redes sociales gracias al ingenio de su dueña, quien tiene un don innato con el marketing digital. Pilar, conocida en toda Zaragoza como Natalia, por ser «la hija de la Natalia», abrió hace décadas un pequeño comercio de corsetería y sedas en el barrio de Torrero.

Ahora, es raro el día que no sube vídeos espontáneos a Tiktok, Instagram o Facebook, sobre una nueva oferta o un mensaje motivador para su clientela. «Hay que renovarse. El pequeño comercio tiene una gran competencia a día de hoy con las grandes superficies, pero es cierto que en los barrios se apoya a las tiendas locales», explica a OKDIARIO.

«Cuando la gente viene atraída por las redes, se sorprenden de lo pequeñita que es la tienda. ¡Aquí tenemos de todo, lo único que nos faltan son metros!», explica riendo. «Mi madre me dice siempre, ¡cuánto productos tienes!, pero… ¿Sabes algo? Para vender una braga, tienes que enseñar seis», descubre esta comerciante que conoce a la perfección cómo se comporta el cliente al otro lado del mostrador.

Sederías Natalia: «La cercanía»

«En este tipo de comercios, la gente necesita cercanía, que sepas su nombre. En este tipo de productos, la confianza es la clave y también dar alegría, que problemas nacen solos y están siempre a la vuelta de la esquina», destaca.

«Las jóvenes están acostumbrados a comprar en internet, tienen más pudor, pero eso empieza a cambiar, porque llega un punto en que te das cuenta de que tienes un cajón de lencería que no te sirve para nada, porque nadie te ha asesorado», explica.

«Por otro lado, las personas más mayores, que le ha dado la vuelta al jamón, como digo yo, y tenemos de cincuenta para arriba, enseñamos nuestro sujetador o nuestra braguita, y decimos, ‘quiero esto’ sin tapujos», relata.

Su máxima comercial: sé generoso

Sin duda, Pilar tiene un don fotogénico para la cámara. Su naturalidad arroya cualquier guión encorsetado, y lo sabe. El fruto son vídeos geniales que siempre te arrancan una sonrisa y la curiosidad de cómo sería comprar en una sedería de toda la vida, para quienes no se atreven a cruzar el umbral de lo tradicional.

«Aquí tenemos de todo y de calidad. Desde lo más clásico, a combinaciones más sugerentes en rojo para Navidades», detalla.

Explica que una de sus máximas comerciales para mantenerse en la competencia feroz es la generosidad.»En mi casa, a quien da, se le dice daona, y yo soy muy de regalar. Me nace sólo. En mi vida personal también soy así. Para las fiestas del Pilar, salimos a la calle a repartir pastas, en Navidades, hacemos un regalo especial».

Promociones: «¡Nunca pueden faltar!»

Sederías Natalia es también famosa por sus promociones: «¡Nunca pueden faltar! Aquí siempre es Black Friday». Además, su manera de hacerlas conocer al público es sencillamente explosiva desde el punto del marketing digital. «Me imagino que te refieres al vídeo en el que digo, ‘para el Pilar, las bragas hay que renovar’», recuerda riendo, «son cosas que se me ocurren solas. Hay que poner humor a la vida, en otros nos disfrazamos con batas…».

Para llevar la tienda, cuenta con Ainoa, una joven que, pese a su timidez, acaba casi siempre por salir en la cámara, gracias a los ánimos de Pilar: «Ainoa es fantástica. Yo no me puedo subir a la escalera con facilidad, y ella me ayuda muchísimo», explica mirando al alto techo, clave para poder tener tal cantidad de género.

Además, como propietaria de un comercio local, es una ardiente defensora de la campaña del Ayuntamiento de Zaragoza para de incentivos al consumo, conocida como Volveremos: «Las bonificaciones que facilita el Ayuntamiento a los clientes, es agua de mayo para nosotros. Nos ha dado un balón de oxígeno, muchísima vida. Estamos muy agradecidos todos los pequeños comercios».

«También tenemos una bolsa viajera, que se la regalamos a nuestros clientes, y nos hace una ilusión tremenda que se la lleven en la mochila y nos manden una fotografía en Londres, París, Nueva York… Nuestra tienda llega a todas las partes del mundo», comparte.

De Cáceres a Zaragoza

«Yo nací ya aquí, en Zaragoza. Mis padres provienen de un pueblo de Cáceres, donde la mayoría se dedicaban al encaje de bolillos. Cuando llegó el momento de emigrar, llegaron a Zaragoza y montaron su negocio de ello, por eso me llamo Pilar», relata.

«La esencia de mis padres la sigo manteniendo. Aquí vendemos la mayoría de productos relacionados con sedería, que ya no se encuentran en casi ninguna tienda de otros barrios. Además, también nos dedicamos a los trajes regionales de baturra», señala.

Esta mujer de alegría contagiosa no siempre se dedicó al mundo comercial ni a la corsetería: «Vengo del mundo de la banca, pero en un momento dado, decidí abrirme una tienda. Al principio, era en cierta manera, competencia de mi madre, pero me especialicé en cosas más modernas, al final los gustos de las nuevas generaciones comenzaron a cambiar también», relata.

Sin fecha de devolución

Pilar tiene claro su horizonte laboral: «Yo me quiero jubilar en la tienda, y me quedan años todavía, por lo que el pequeño comercio tiene que jugar con las posibilidades que nunca tendrá una multinacional».

«Mucha gente me dice y esto, ¿hasta cuándo lo puedo devolver? Y yo les digo, ¡hasta que cumpla los 68 años! A mí me da igual que tarden más en devolvérmelo, lo importante es que vuelvan. Me apasiona mi trabajo. Tenemos que trabajar en lo que nos entusiasma, y eso, se nota, marca la diferencia», defiende, con una vitalidad difícil de encontrar a día de hoy y que nace del amor a su trabajo.

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