ARAGÓN

La leyenda de los amantes de Teruel y su oda al amor vuelven a las calles de Aragón este fin de semana

Este fiesta reunirá a más de 100.000 personas en Teruel y los hoteles rozan el lleno de ocupación

amantes de Teruel
AMANTES
Paula Ciordia

Este fin de semana, la leyenda de los amantes de Teruel protagonizará uno de los eventos anuales más importantes de Aragón. La historia de los amantes de Teruel es conocida internacionalmente como la gran oda al amor semejante a Romeo y Julieta de William Shakespeare. Con un centenar de actos, hasta el domingo, esta fiesta reunirá a unas 100.000 personas en una ciudad con una población de algo más de 36.000 habitantes.

Como es tradicional, en el tercer fin de semana de febrero, Teruel recobra su espíritu medieval y todas las calles se transforman para que dar vida a la representación de este leyenda, a través de microteatros por distintos escenarios de la ciudad. Hasta 120 actores formarán parte de la representación de las Bodas de Isabel de Segura, además de los danzantes y otros participantes.

La leyenda de los amantes de Teruel se representará por las calles del centro histórico, con escenas como la boda de Isabel y Pedro de Azagra, este viernes por la mañana, la llegada de Diego el sábado por la tarde, la petición del beso a Isabel y la muerte del joven tras la negativa de su amada, así como la comitiva fúnebre, el funeral de Diego, la muerte de Isabel o la oda a los amantes. El momento más esperado y multitudinario será el beso desde el balcón, en una plaza del Torico que se augura abarrotada.

La leyenda de los amantes de Teruel

La leyenda de los amantes de Teruel proviene de una antigua tradición documentada, que tiene su origen a principios del s. XIII. Se trata de la historia de amor imposible entre Juan Diego de Marcilla e Isabel de Segura, a quien su padre, señor de Albarracín, no le permitirá casarse con su enamorado por carecer de bienes de fortuna.

El pretendiente consigue convencer a Isabel de que le espere, mientras parte a la guerra en busca de fortuna que le permitan volver a Teruel rico, y le pide un plazo de cinco años. Pasado ese tiempo y al no regresar, Isabel no podrá retener por más tiempo los deseos de su padre, y terminará por casarse con otro hombre, Pedro de Azagra.

Al poco tiempo de casarse, Juan Diego de Marcilla logró su propósito y el cruzado turolense regresó dispuesto a recuperar el amor de su vida. Al encontrarse a Isabel casada, le pidió un beso (el famoso beso en el balcón), pero ella se lo deniega.

En ese momento, el enamorado Juan Diego muere fulminado de amor. La pena de Isabel es grande, y se lo corre a contar a su marido. Según consta, en la historia documentada, el marido temiendo que lo acusaran de asesinato, llevará al muerto a su antigua casa en secreto.

Al día siguiente, Isabel fue a la iglesia, antes del enterramiento de su enamorado, dispuesta a darle el beso negado, pero cuando le da el beso, cae también muerta. Y según cuenta la tradición, ambos fueron sepultados en la capilla de San Cosme y San Damián, cuyas momias fueron descubiertas en 1555, y que hoy siguen en el mismo lugar, a quienes Juan de Ávalos esculpió las estatuas yacentes de los dos féretros de piedra para escenificar con piedra la historia de amor de estos jóvenes amantes de Teruel.

El toro nupcial de la Bodas de Isabel de Segura

Los amantes de Teruel y la celebración de las bodas de Isabel, es un ocasión única para conocer y vivir las costumbres de aquella época. Algunas de éstas, pese a parecernos lejanas, se han celebrado en nuestros pueblos hasta no hace mucho tiempo. Se trata del rito de fecundidad previo al sacramento del matrimonio, que tenía lugar en las calles, con un toro ensogado, al cual se enfrentaba el prometido de la novia.

Este acto, tendrá lugar en Teruel en la tarde del sábado, con tres astados ensogados de la ganadería de Colomer, de Calanda, que recrearán el toro nupcial, al que, a uno de ellos, pasará la capa de la novia Isabel de Segura por el lomo del toro, y después, dicha capa será colocada por su prometido. Según la creencia popular, con ello, se traspasaba a la novia la fuerza y el poder fecundador del toro.

El recorrido de los toros partirá desde la Nevera, por la calle del Tozal hasta la plaza del Torico. En esta ocasión, a diferencia del tradicional toro ensogado, estos animales mitológicos lucirán una corona floral en el testuz.

El Torneo del Rey don Jaime I

Este fiesta turolense, pone en evidencia la importancia del toro en nuestros ritos españoles. Junto a la celebración del toro nupcial, y casi de forma simultánea, el sábado se celebrará en la plaza de toros, el Torno del Rey don Jaime I, uno de los actos más esperados y espectaculares, patrocinado por Alcampo.

El espectáculo recrea la llegada del rey Jaime I a la ciudad. A él asistirán miles de personas, en el que Los Caballeros de Rey (un grupo de jinetes turolenses) medirán su habilidad y fuerza en justas, combates y juegos, en una tarde en la que también contarán con la presencia de distintos personajes de Las Bodas de Isabel.

Complementario a este acto, a las ocho de la tarde, se acogerá un nuevo festejo taurino, con un toro jubillo por primera vez de Victorino Martín. Tras el toro, se soltarán 12 vacas enfundadas y capones de la ganadería de Víctor Ustarroz, de casta navarra, con el que se arrancará una nueva temporada taurina en Teruel, gracias a la asociación taurina turolense El Ruedo.

El toro de Victorino Martín, de nombre Colombiano, será embolado al estilo jubillo, tal y como se hacía en la época medieval por las cuadrillas de embaladores de Valbona y Formiche.

Puedes consultar el programa completo de las Bodas de Isabel de Segura aquí.

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