ARAGÓN

Aragón rechaza el trasvase del Ebro a Cataluña: «Es un chantaje de los independentistas»

Cada grupo parlamentario ha presentado su propia proposición en las Cortes de Aragón

Aragón trasvase, Fernando Ledesma
Paula Ciordia

Las Cortes de Aragón rechazan el trasvase de las cuencas del río Ebro a Cataluña este jueves. Eso sí, de una manera peculiar. Hasta cuatro Proposiciones no de Ley se han presentado sobre el mismo tema: del PAR, Chunta, PSOE y de los socios de Gobierno, PP y Vox.

Todo para oponerse a los propósitos de la Generalitat que, desde hace unas semanas, han hecho saltar las alarmas a los aragoneses por las nuevas ambiciones de los secesionistas, en esta ocasión, sobre las aguas del río Ebro. «Es un chantaje de los independentistas, y cuando uno cede ante un chantaje, el chantajista pide más», ha expresado el portavoz del PP en las Cortes, Fernando Ledesma.

El trasvase del río Ebro en Aragón es un asunto sagrado en la comunidad. No por nada, en esta región se recuerda como un acontecimiento histórico el día en que 100.000 personas salieron a la calle el 23 de abril de 1993, para manifestar rotundamente su oposición al trasvase del Ebro, coincidiendo con el día de Aragón.

Un hito que hace que todos los políticos aragoneses teman que se les pueda relacionar con una iniciativa a fin al trasvase. También Vox, pese a la crítica de la oposición que señalan que el líder Santiago Abascal, apoya el trasvase del Ebro.

«Seguimos pidiendo un Plan Hidrográfico Nacional que mire por los intereses nacional y de cada comunidad autónoma, en función de lo que le pueden ofrecer al señor Sánchez y que contemple la interconexión de las cuencas para aprovechar aguas excedentarias cuando las hubiera en cuencas defitarias», ha defendido subrayando las consecuencias que ello tiene en el sector primario.

«Es el ecologismo radical y las políticas globalistas de Bruselas las que están acabando con la agricultura y ganadería en Europa», ha añadido. Por lo que Vox se ha opuesto al resto de mociones presentadas por el resto de la izquierda.

También lo ha hecho el PP, que ha valorado que el resto de proposiciones no hacían mención a las obras del Pacto del Agua, «esenciales», según ha defendido Ledesma. Además, ha defendido que lo que subyace es un «órdago» de los independentistas «para hacerse con el Ebro en su tramo catalán».

Posiciones en las Cortes

El PP ha señalado que el PSOE no tiene credibilidad en sus opiniones y le ha afeado que hayan eliminado la coletilla de «para fines productivos», de su moción contra el trasvase.

Tal y como constaba en su borrador original, que dejaba abierta «los trasvases para agua de boca», tal y como aprobaron en el año 2008, «un trasvase de aguas del Ebro en Aragón a Barcelona», cuando el Gobierno del ex presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, estando como jefe del Ejecutivo en Aragón, Marcelino Iglesias, y en la Generalitat de Cataluña, Jesús Montilla.

A lo que los socialistas se han defendido diciendo «que siempre han estado en contra de los trasvases del Ebro». «Venga de donde venga, nosotros rechazaremos el trasvase», ha expresado el portavoz de Chunta Aragonesista (CHA), Jesús Palacín. En la misma línea ha defendido su moción el Izquierda Unida.

«Nosotros paramos el trasvase una vez, y lo tendremos que parar de nuevo. Estamos en contra de cualquier trasvase del Ebro, porque Aragón se muere de sed, como dijo el presidente Jorge Azcón», ha expresado Alberto Izquierdo, líder del Partido Aragonés (PAR).

Origen de la polémica

La polémica en esta ocasión se originó en Falset, un pueblo del Priotat (Tarragona), cuando el consejero de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña, David Mascort, anunció el día 14 de enero, que su Gobierno pretendía trasladar agua del Ebro a dos embalses del Priorat, para «visibilizar las actividades económicas de la comarca».

No contento con ello, Mascort declaró que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) estaba al tanto de estos planes para que entrara en la próxima planificación, y que lo veían con «buenos ojos». Algo que la CHE ha negado en un comunicado, expresando que dicho trasvase no forma parte de sus planes en la elaboración del plan 2022-2027, y que además no tenía constancia de la propuesta.

Todo se hubiera podido quedar ahí, si no fuera porque la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de quien depende en última instancia la CHE, dijo tres días después en Murcia, que «no era descartable que, en situaciones de emergencia, haya que tomar medidas de emergencia».

El trasvase de Aragón a Cataluña: «Un chantaje»

PP y Vox han puesto el foco en el «chantaje» al que los independentistas tienen sometido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, forzando un trasvase del Ebro «con fines políticos».

Según han defendido ambos partidos, es necesario que los grupos representados en las Cortes de Aragón, «hagan un frente común», para que los aragoneses no vean mermados sus derechos frente a otras comunidades con dicho trasvase.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha reiterado numerosas ocasiones en estos días que «en Aragón no sobra agua». El jefe del Ejecutivo se trasladó junto con el consejero de Agricultura, Ángel Samper, a los Monegros este lunes, para poner de manifiesto que la comunidad necesita agua.

Por ello, los socios del Gobierno han sacado adelante una moción que pone de relieve el «periodo de sequía» que, según defienden en el texto, «pone en riesgo la supervivencia por falta de agua no solo de muchas explotaciones agrarias aragonesas, sino también al conjunto de nuestro sector primario, esencia como actor de desarrollo económico de nuestra Comunidad y también para fijar población y luchar contra la despoblación».

Mientras la izquierda ataca tanto a Vox como al PP de no tener claras sus posturas como partido, ya que en la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, que gobiernan también en coalición, defienden una política hídrica común en España ante las necesidades de agua. También Andalucía.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, demandó un pacto nacional este miércoles en Antena 3, criticando a la ministra Ribera a quien acusa de dirigir su ministerio por criterios políticos y no técnicos. Al tiempo que consideró que las Confederaciones Hidrográficas «no funcionan».

PP y Vox contra el trasvase del Ebro en Aragón

De tal forma que desde las Cortes de Aragón se ha manifestado el rechazo de la propuesta de la Generalitat de Cataluña respecto a «sacar agua de la cuenca hidrográfica del Ebro para nuevos regadíos», denunciando que el río Ebro «no puede ser moneda de cambio en ninguna negociación bilateral con fines partidistas».

Así mismo, la moción aprobada rechazada la utilización política de la Confederación Hidrográfica del Ebro, «para garantizarse el voto de los independentistas en la gestión del gobierno Central».

Además, las Cortes instan al Gobierno de Aragón para que a su vez insten al Gobierno de España a que «impulse las obras hidráulicas contempladas en el Pacto del Agua», para garantizar la reserva hidráulica de 5.550 Hm, que está recogida en el Estatuto de Autonomía. Así como potenciar de «inmediato» el desarrollo de estas obras por ser «un motor» de la economía aragonesa.

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