Una treintena de inmigrantes cruzan nadando a Ceuta ante la inoperancia de la gendarmería marroquí

La presión migratoria en Ceuta sigue sin tregua. Un total de 26 inmigrantes ilegales, tres de ellos menores de edad, han logrado entrar a nado esta madrugada por el espigón de Benzú, si bien medios locales elevan la cifra a la treintena, todos ellos marroquíes. Una vez más, las llegadas se han producido con la complicidad de la gendarmería alauí.

Como viene ocurriendo en las últimas fechas, los inmigrantes han aprovechado las inclemencias meteorológicas para echarse al agua, confiando en que en los días de intensa lluvia hay una menor presencia de agentes en el perímetro fronterizo.

Cabe recalcar que desde hace ya varios meses Marruecos no acepta ninguna devolución en la aduana de los adultos interceptados por la Guardia Civil, rechazando aplicar los acuerdos en vigor en materia de inmigración y quedando las gestiones en manos de la Policía Nacional.

Según fuentes policiales y sanitarias, el espigón fronterizo norte de Benzú que separa Ceuta de Marruecos ha sufrido entradas sucesivas desde las 22:00 horas de este jueves y hasta las 6:00 horas de este viernes.

Entre los inmigrantes hay adultos y menores de edad, los más jóvenes de 16 y 17 años y los más mayores de casi 50, según detalla El Faro de Ceuta. Todos ellos se han lanzado al mar desde el núcleo de Beliones, en la región marroquí de Tánger-Tetuán, y han cruzado a nado hasta llegar a la playa de Benzú. Hasta 26 personas, todos ellas marroquíes, han logrado alcanzar la costa ceutí sin ninguna vigilancia por parte del país vecino.

También se ha registrado otro intento de entrada de un pequeño grupo de inmigrantes que trataban de bordear a nado el espigón de El Tarajal. En este caso, según el citado medio, sí habrían intervenido agentes de la gendarmería marroquí para sacarlos del agua.

Cruz Roja ha tenido que desplegar un operativo especial en la zona para prestar asistencia sanitaria a los inmigrantes, muchos de los cuales presentaban síntomas de hipotermia, contusiones y magulladuras producidas por el roce contra las rocas presentes en las inmediaciones de la playa de Benzú.

Además, agentes de la Guardia Civil han estado durante toda la madrugada prestando asistencia a los marroquíes, muchos de los cuales han tenido que ser ayudados a alcanzar la orilla, a donde llegaban «agotados» a pesar de la escasa distancia que separa las dos costas.