Seis años de prisión para un marroquí que mandó a la UCI de una pedrada a su vecino de chabola en Níjar
La víctima, que arrastra secuelas, sufrió un hundimiento de cráneo
La Audiencia de Almería ha impuesto seis años de prisión a un inmigrante ilegal marroquí que intentó matar de una pedrada a otro inmigrante magrebí en el poblado chabolista de Atochares, en Níjar (Almería). El acusado, condenado por un delito de homicidio en grado de tentativa, deberá indemnizar a la víctima con 24.925 euros.
Según la sentencia, el 27 de abril de 2021 el acusado inició una discusión con un hombre que residía en una chabola próxima a la suya en este poblado almeriense donde malviven unos 800 inmigrantes que trabajan en los invernaderos. En mitad de la riña, cogió una piedra del suelo y le golpeó «fuertemente» en la cabeza «con intención de acabar con la vida» de su vecino.
El golpe le provocó un traumatismo craneoencefálico grave y una fractura con hundimiento en el cráneo. Pasó 14 días en la UCI y estuvo 111 días incapacitado para sus ocupaciones habituales. Tuvo que ser sometido a una craneotomía de urgencia, una delicada intervención quirúrgica en la que se le practicó una incisión en la cabeza para acceder al cerebro y salvar su vida.
La víctima sufre en la actualidad un síndrome postconmocional por traumatismo cerebral, trastorno cognoscitivo leve y un perjuicio estético moderado por cicatrices, entre otras secuelas.
En el juicio, celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, el acusado alegó que actuó en legítima defensa ya que la víctima le golpeó primero con un palo y él respondió tirándole una piedra que llevaba en la mano, sin ver a dónde iba, y luego se marchó del lugar «por temor» a represalias de su familia. Su defensa pidió encuadrar los hechos en un delito de lesiones imprudentes.
Los magistrados señalan en el fallo que resulta «evidente que los hechos nunca pudieron ocurrir como relata el acusado» ya que «las lesiones son de tal gravedad que no pudieron causarse por lanzar una piedra de pequeñas dimensiones contra la cabeza del perjudicado».
La víctima no acudió al juicio porque no pudo ser localizado, de modo que se dio por reproducido el relato que ofreció en fase de instrucción. Tampoco se pudo localizar a un testigo.
Por estos hechos, la Audiencia de Almería ha condenado al acusado, en situación irregular en España, a una pena de seis años de cárcel, tal como solicitaba la Fiscalía, y al pago de la citada indemnización. También le impone una orden de alejamiento de 500 metros durante siete años.
A finales de noviembre, también en Níjar, dos jóvenes españoles de padres marroquíes mataron de una patada en la cabeza a un inmigrante magrebí que había llegado a Canarias en patera dos meses antes.
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