Nuevos uniformes de la Policía Local de Sevilla: 1,2 millones de euros en ropa con las letras caídas

La sección sindical de CSIF en el Ayuntamiento de Sevilla ha denunciado que la renovación del uniforme de la Policía Local es una «maniobra innecesaria» que supondrá una inversión de 1,2 millones de euros y cuyo «único fin es desviar la atención de los problemas reales» del Cuerpo que «encubre» el propio gobierno municipal del socialista Antonio Muñoz, como la «falta de personal, organización, infraestructuras y medios técnicos para trabajar».

El sindicato ha calificado de «capricho injustificado» este cambio de color en la uniformidad de la Policía Local hispalense. Después de una década vistiendo de azul, los agentes municipales volverán a los colores azul y amarillo a partir del próximo 31 de marzo. «Es dinero público tirado a la basura», lamentan.

El delegado de CSIF en la Policía Local, Santiago Raposo, ha expuesto en una nota que la uniformidad «se debe renovar anualmente» y precisamente el Ayuntamiento «llevaba tres años sin hacerlo». Por lo tanto, «el nuevo vestuario sí es necesario; lo que es innecesario es el cambio de color, por todas las prendas que van a quedar inservibles». En este sentido, Raposo ha denunciado que existen numerosas prendas de uniforme que «no se van a poder utilizar» y que «tendrán que ser directamente destruidas, lo que supone un incomprensible caso de dinero público tirado a la basura».

Además, CSIF señala que las nuevas prendas presentan defectos y tallas diferentes respecto a las medidas facilitadas inicialmente. «La serigrafía se despega del tejido, esto es, a la ropa se le caen las letras. Los propios efectivos policiales está efectuando numerosas quejas al recibirlas, lo cual es una muestra bastante ilustrativa de la nefasta gestión del Ayuntamiento de Sevilla, una vez más, para con los profesionales de la Policía Local», remarca el sindicato.

«Venta de humo» del Ayuntamiento

El cambio de color de la uniformidad atendió en su día a una petición generalizada del cuerpo policial ya que el uniforme bicolor no resultaba práctico y los agentes eran confundidos con otros colectivos municipales. «No se entiende este nuevo cambio de color en el uniforme cuando en la mayoría de las plantillas de policías locales de Andalucía ya no se utiliza el uniforme bicolor», defiende Raposo.

Ocurre lo mismo, indica, con los policías que dan protección a las autoridades: «Muchos de ellos deben utilizar trajes y la ropa que se les pretende entregar no es funcional para el trabajo que desarrollan».

Desde CSIF apuntan que «a este gasto hay que sumar también el posible cambio de las fundas exteriores de los chalecos antibalas para adaptarlos a esos mismos colores. Además, la Policía Local sólo contará con un pantalón de verano y dos polos de manga corta para cambiarse y la realidad es que la jornadas se prolongan, en ocasiones, de forma continuada durante siete días».

Así las cosas, CSIF cree que la estrategia del Ayuntamiento de Sevilla liderado por el socialista Antonio Muñoz «se basa en vender humo para ocultar los problemas reales de la Policía: falta de personal, organización, infraestructuras y medios técnicos para trabajar».

El representante sindical advierte de que los nuevos uniformes supondrán un gasto para las arcas municipales de más de un millón de euros y «numerosas prendas almacenadas actualmente no podrán utilizarse desde el 31 de marzo y serán destruidas», lo que supone «un incomprensible caso de dinero público tirado a la basura».