Adoctrinamiento de Kichi a los niños gaditanos

Kichi adoctrina a niños con un cuadernillo para ESO y Bachillerato en el que obvia matanzas republicanas

Kichi adoctrina a niños con un cuadernillo en el que obvia matanzas republicanas
José María González 'Kichi' y su cuadernillo.
Borja Jiménez

El Ayuntamiento de Cádiz de José María González Kichi, a través de la Delegación de Memoria Democrática, ha editado dos cuadernos didácticos (pueden consultarlos aquí) destinados al alumnado de cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato sobre el golpe de Estado y la «represión» en Cádiz. Un completo adoctrinamiento en el que habla, cómo no, de «memoria histórica» y en el que obvia, lógicamente, asesinatos republicanos como los perpetrados en la masacre de Casas Viejas. Una masacre que, por cierto, fue el principio del fin del gobierno de la Segunda República y, por tanto, de Manuel Azaña. Pero el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, lo ha pasado por alto en su adoctrinamiento. Tanto el ataque perpetrado por los sindicalistas a la Guardia Civil como las medidas para contrarrestarlo del propio Azaña.

La masacre de Casas Viejas

Dado que Kichi ha decido obviarlo, intentaremos recordar en unas líneas aquella tragedia en la que resultaron muertos veintiocho campesinos, dos guardias civiles y uno de asalto. Sucedió en enero de 1933, momento en el que un grupo de afiliados a la CNT rodearon armados un cuartel de la Guardia Civil, en el que se encontraba un sargento y tres guardias. Allí se produjo un primer tiroteo, en el que un guardia y un sargento resultaron heridos de muerte. Ante tales hechos, la Benemérita envió como refuerzos a un sargento con 12 guardias y, tres horas más tarde, llegó el teniente Gregorio Fernández con cuatro guardias civiles y 12 de asalto. El principal responsable de esta masacre contra la Guardia Civil fue el anarquista Francisco Cruz Gutiérrez, Seisdedos, tal y como denunciaron los propios vecinos, que relataron cómo llegó a disparar a los agentes desde una vivienda cuando llegaron a buscarlo, matando a otro guardia de asalto.

La situación se volvía cada vez más insostenible, motivo por el que desde Madrid, el republicano Azaña ordenó abrir fuego «sin piedad» contra los responsables de aquel ataque sindicalista. Entonces, rociaron de gasolina la vivienda en la que se encontraba Seisdedos prendiendo fuego tanto al militante como al resto de personas que estaban dentro de la casa. Tras ello, fueron detenidas doce personas para después ser dirigidas hacia el edificio calcinado, donde les mostraron el cadáver de Seisdedos y, acto seguido, fueron ejecutados.

Tal fue el escándalo social que provocó que se convirtió en un gravísimo problema político para Azaña, quien señaló que «no se encontrará un atisbo de responsabilidad en el Gobierno». De todo esto, no hay ni rastro en los cuadernillos adoctrinadores de Kichi.

Cuadernos adoctrinadores

El concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, acompañado del historiador y miembro de la Plataforma por la Memoria Histórica, José Luis Gutiérrez, y Manuel Benítez como integrante del equipo redactor de estos cuadernos han presentado estas unidades didácticas que se repartirán por todos los institutos de la ciudad.

Martín Vila ha afirmado que «es preciso construir la memoria del presente rescatando aquellas páginas que fueron olvidadas por la sociedad para así poder generar una sociedad en democracia, que respete los derechos humanos y no vuelva a repetir estos sucesos». Eso sí, los de Kichi únicamente han querido recordar la parte que les interesa.

Con estas unidades, según ha añadido, «se da un paso más en las tareas de verdad, justicia, reparación y no repetición, ya que vienen a ser un apoyo fundamental que se ofrece desde el Ayuntamiento para que se trabaje y se aborde en las aulas de la ciudad aquellos sucesos de los que durante mucho tiempo nadie se atrevió a hablar».

La iniciativa, según ha explicado el concejal, se enmarca dentro de la Lomloe que recoge la memoria democrática «como parte del currículum educativo, así como la propia Ley de Memoria Democrática». Una memoria democrática, ya lo ven, muy selectiva.

Curiosamente, además, el cuadernillo comienza contando la historia de Cádiz en 1930 pero, sin embargo, deciden obviar un episodio tan trágico como la ‘Masacre de Casas Viejas’ que acabó con el gobierno de su tan añorada República.

Carta de Kichi al inicio

Al inicio del cuadernillo, Kichi ha escrito la siguiente misiva, que leerán todos los niños gaditanos:

Quien no conoce la historia está condenado a repetirla. Es deber de las administraciones públicas proporcionar todas las herramientas necesarias para que la ciudadanía, y en especial, las nuevas generaciones, conozcan todo el contexto político y social de cada uno de los acontecimientos sucedidos en su ciudad. Y aún más importantes en cuestiones como la memoria democrática, en la que una parte de la sociedad se empeña en que permanezca en el olvido con la excusa de no abrir heridas. Sin embargo, las heridas mal curadas son las que siguen doliendo en el cuerpo a pesar del paso de los años.

Es necesario abrirlas, limpiarlas y repararlas para que cicatricen con el tiempo. En parte, con estas unidades didácticas, es lo que pretendemos hacer. Poner nuestro grano de arena para contribuir a limpiar estas heridas y que como sociedad, podamos avanzar conjuntamente. Espero que a través de esta iniciativa, el profesorado pueda abordar con el alumnado de Secundaria y Bachillerato uno de los episodios más negros de nuestra reciente historia y más concretamente cómo afectó a la ciudad de Cádiz. Que sepan la historia que se esconde tras los nombres de algunas calles como Milagros Rendón o alcalde Manuel de la Pinta, o por qué han desaparecido otras vinculadas al levantamiento y Golpe de Estado. Solo a través del conocimiento podremos avanzar hacia una sociedad más democrática.

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