El juez se estremece con el vídeo de la paliza de Linares: “Emplearon una violencia atroz”
Antes de mandar a prisión a los dos policías fueran de servicio que fueron grabados golpeando a un hombre y a su hija el magistrado detalló un concienzudo análisis de los vídeo grabados por los testigos
En el atestado judicial al que ha tenido acceso OKDIARIO indica cómo pese a que al principio se trata de una riña multitudinaria “finalmente se puede observar claramente que en la lucha sólo participan los detenidos contra el denunciante, metiéndose por medio su hija en dos momentos puntuales para defenderlo”. Desde el pasado fin de semana Manuel y José Luis, los dos policías de Linares grabados dando una paliza a un vecino de la localidad y golpeando a su hija, están en la cárcel acusado de un grave delito de lesiones. Ha habido reacciones de todo tipo sobre la dureza de la decisión de mandarlos a prisión preventiva, pero ahora que se conocen las reflexiones que el juez hace en auto de prisión, al que ha tenido acceso OKDIARIO, es más fácil entender por qué ambos están presos.
El documento del juzgado número 3 de Linares, además de un resumen de los hechos y un detallado repaso de los razonamientos jurídicos, destaca por un concienzudo trabajo por parte del juez que dedica gran parte del documento a un exhaustivo análisis de las imágenes de un vídeo de más de seis minutos de duración y que a la luz del auto es la base de la decisión de mandar a ambos agentes a la cárcel de manera preventiva. Dice el juez que “el visionado de uno de los vídeos permite comprobar que, en su origen uno de los agentes y el ciudadano (Carlos) estaban enzarzados en una pelea en la que el agente se estaba llevando la peor parte y tiene que ser separado por su compañero de profesión.
Tras ello cada contendiente se aleja del otro”. Esta es la única parte del análisis de las imágenes que favorece a los agentes. De hecho, de haber quedado aquí la cosa, ni dos policías estarían presos ni todo un pueblo habría salido a la calle. A partir de ahí el resto de su comportamiento perjudica gravemente a los policías de Linares.
Sigue el juez analizando los vídeos. “En un momento dado, el agente sale corriendo detrás de él (Carlos, el vecino agredido) y nuevamente se inicia una contienda que se prolonga durante varios minutos, en la que, si bien inicialmente participan varias personas, sin que se pueda apreciar bien quién golpea a quién en todo momento, finalmente se puede observar claramente que en la lucha sólo participan los detenidos contra el denunciante, metiéndose por medio su hija en dos momentos puntuales para defenderlo”.
“Violencia atroz y superioridad”
En este punto el auto del juzgado de Linares se pone muy cuesta arriba para los policías, ya que el juez pasa de hacer un ejercicio meramente descriptivo a valorar subjetivamente las imágenes. “Es entonces cuando las imágenes grabadas muestran a los agentes emplear una violencia atroz contra el denunciante y su hija, pues tienen a su favor una superioridad numérica y, aún habiendo conseguido reducir en el suelo al denunciante continúan dándole golpes”. El juez reflexiona sobre las excusas y justificaciones que han ofrecido los policías en sus declaraciones y más allá de creer o no que sean ciertos les da un meneo considerable afeando profundamente su comportamiento: “Es evidente que los detenidos actuaron desproporcionadamente y por tanto ejecutaron hechos susceptibles de reproche penal”.
Los policías mantuvieron en sus declaraciones que la pelea la empezó Carlos, el padre agredido, y que ellos lo quisieron reducir a la espera de la llegada de más policía, pero con todo y con eso el juez relata que “aún partiendo la de la certeza de tales hipótesis, este contexto no justifica en absoluto la despreciable agresión perpetrada por los detenidos. Es más, en su condición de agentes de Fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado debieron haber considerado el criterio de oportunidad y proporcionalidad”
En el auto se deja muy claro que no había ninguna necesidad de continuar golpeando al ciudadano vecino de Linares ya que varios testigos dijeron que en determinado momento ya estaba casi inconsciente.
El juez apuntala su decisión con datos adelantados por OKDIARIO: los agentes trataron de eliminar pruebas del suceso, y se refiere tanto al camarero que aparece limpiando restos de botellas bajo la petición o al menos el conocimiento de uno de los agentes como al momento en el que uno de los dos policías es grabado mientras corre hacia una persona que capta la escena con su teléfono, lo que según el juez “puede considerarse como un intento de boicot de material probatorio”.
Un último dato basado también en los vídeos. Dice el juez que el comportamiento mostrado por los agentes a la llegada de la Policía Local “podría ser demostrativo del sentimiento de impunidad que albergan los investigados como consecuencia de su condición de policías”.
Un par de líneas antes de mandarlos presos su señoría deja un recordatorio de quiénes son y qué deberían hacer: “Lo esperable es que cualquier ciudadano se comporte de acuerdo a las normas y leyes que regulan la convivencia y que respete los derechos de los demás, depositándose aún más confianza en que dos miembros de la Policía Nacional acatarán tales obligaciones”.