Yihadismo

Detenidos dos marroquíes en Sevilla y otro más en Ceuta por terrorismo yihadista

Ninguno tenía planeado atentar de forma inminente

Es el tercer detenido en Sevilla por presunta vinculación con el terrorismo islamista en el último año

Detenidos dos marroquíes en Sevilla y otro más en Ceuta por terrorismo yihadista
Agentes de la Guardia Civil con un detenido en una operación antiyihadista (Foto: EP)
David García de Lomana

La Guardia Civil ha detenido a dos personas en Sevilla por presuntos delitos relacionados con el yihadismo islámico. También ha sido arrestada una tercera persona en Ceuta, igualmente por su supuesta vinculación con el terrorismo yihadista. Está previsto que todos ellos pasen a disposición judicial de la Audiencia Nacional a lo largo de este jueves.

Según informa El Correo de Andalucía, que ha adelantado una de las detenciones, confirmadas posteriormente por la Guardia Civil, uno de los presuntos yihadistas, un individuo de origen marroquí, fue arrestado el pasado lunes a las 6:00 horas en una vivienda situada en la calle Rico Cejudo, en el barrio sevillano de Nervión.

Calle Rico Cejudo, en Sevilla.

Fuentes de la investigación han detallado al citado medio que en el domicilio se encontró información relevante sobre terrorismo islámico de la rama DAESH, además de actividades proselitistas.

Los otros dos detenidos en el operativo llevado a cabo por la Unidad Central Especial número 2 de la Guardia Civil son también de ascendencia marroquí y están acusados de difundir propaganda yihadista del Estado Islámico.

Ni el vecino de Nervión ni el resto de acusados están considerados terroristas de alto nivel o de alto grado de capacitación, y ninguno tenía intención de atentar de forma inminente, según las citadas fuentes.

Recientes operaciones antiterroristas

Ya en la madrugada de este pasado martes la Guardia Civil arrestó a un hombre en Ceuta, en la barriada de El Príncipe Felipe, por su presunta vinculación con el terrorismo yihadista. El operativo se efectuó tan sólo cuatro días después de que la Policía Nacional detuviera en Ceuta a otras cuatro personas por su presunta vinculación con una organización yihadista.

Ambas operaciones se suman a la del pasado día 22, cuando la Policía Nacional, en una operación conjunta con Marruecos, desmanteló en España un grupo yihadista adherido a la organización terrorista DAESH que tenía la voluntad de realizar acciones violentas y constituía una «amenaza real». Se practicaron seis arrestos en territorio nacional -cuatro en Ceuta, uno en Ibiza y otro en Madrid- y tres más en el país vecino.

Además, el pasado mes de octubre, el Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional condenó a cuatro años y medio de internamiento en régimen cerrado al joven sirio de 17 años que planeaba cometer un atentado yihadista con explosivos preparados en su casa de Montellano (Sevilla). El menor se mostraba en redes sociales como un «cibersoldado» del DAESH «tremendamente homófobo y antisemita» y en Telegram afirmó que atentaría contra una comisaría: «Seré mártir si Dios quiere».

El joven, hijo de una familia de refugiados, vivía con su madre y su hermana en este de la sierra sur de Sevilla de apenas 7.000 vecinos. La Policía ya lo tenía vigilado. Fue detenido el pasado 21 de enero mientras manipulaba material explosivo en un descampado. En su habitación guardaba bombas listas para ser usadas, así como un machete, un chaleco militar con portacargadores similar al que utilizan los terroristas en actos suicidas, un cuaderno con fórmulas para fabricar explosivos caseros y una imagen de la bandera de Daesh enmarcada.

Además de la pena de internamiento, la más alta hasta la fecha para un menor, según fuentes jurídicas, la resolución le impuso cinco años de libertad vigilada y ordenó al equipo técnico del centro de menores que elabore un plan concreto de desradicalización durante su estancia en el mismo.

En diciembre de 2023, en La Rinconada (Sevilla), la Guardia Civil detuvo a un presunto activista de DAESH por difundir propaganda yihadista a través de redes sociales. El arrestado formaba parte de una comunidad de «muyahidines virtuales» y utilizaba plataformas de mensajería instantánea encriptadas para mostrar su apoyo a las tesis más radicales de la organización terrorista. La Audiencia Nacional ordenó su ingreso en prisión.

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