Unió presenta un ERE tras el divorcio con Convergència y su fracaso en las últimas elecciones
Unió Democràtica de Catalunya (UDC) ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) sobre sus trabajadores ante la autoridad laboral de la Generalitat y ha transmitido que, pese a las dificultades que atraviesa, espera poder llegar a un acuerdo con los acreedores en las próximas semanas.
Así lo han avanzado fuentes de la dirección de Unió, que han subrayado que, en estos momentos, lo que más preocupa en el partido democristiano y a su dirección son los trabajadores de la formación.
Según la ley concursal, Unió tenía un periodo de cuatro meses -a contar desde el 14 de marzo- para llegar a un acuerdo con los acreedores y, si no lo lograba, debía entrar en concurso de acreedores.
La pérdida de representación parlamentaria en el Parlamento catalán y en el Congreso de los Diputados, sumada a la fuga de concejales y militantes desde su ruptura con CDC, afectó a las cuentas de Unió, con una deuda que asciende a los 19 millones de euros.
Tras el divorcio de Convergència y la escisión de Demòcrates, Unió afrontó las pasadas elecciones catalanas en solitario, con su secretario general, Ramon Espadaler, como cabeza de cartel, y se quedó fuera del Parlament, un resultado que se repitió en las generales, con Josep Antoni Duran Lleida, que dimitió como líder de la formación.
En esta etapa de transición, la dirección de Unió, bajo la batuta de Ramón Espadaler, ha reducido personal y está negociando la venta de su sede central, situada en la calle Nàpols, cerca del Parque de la Ciutadella de Barcelona.
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