La Fiscalía pedirá más de 140 años de cárcel para el entrenador de fútbol femenino que abusó de 25 menores
Prorrogan la prisión provisional para el entrenador de fútbol femenino de Huelva
El entrenador se ofrecía a rasurar los genitales a sus jugadoras
El ex entrenador de fútbol femenino de Huelva Francisco Manuel L. seguirá en prisión provisional hasta la celebración del juicio por agresión sexual a 25 de sus jugadoras menores de edad. Aunque la defensa del entrenador acusado de abusos y violación ha solicitado su puesta en libertad argumentando que no hay riesgo de fuga, Fiscalía y las acusaciones particulares que representan a sus víctimas se han opuesto y la autoridad judicial ha prorrogado la prisión provisional para el acusado.
Todo se ha resuelto durante la comparecencia para determinar la prórroga de la prisión provisional para el entrenador, pendientes de la inminente calificación de los hechos de todas las partes como paso previo a un inminente juicio. La justicia ha dictado que Francisco Manuel, de 63 años, siga en prisión ante la entidad de los delitos de los que se le acusa y el previsible riesgo de fuga ante la dura condena que se le avecina.
En ese inminente juicio la Fiscalía se dispone a solicitar cerca de 140 años de prisión para el acusado, como no puede ser de otra manera atendiendo a los años de condena que la ley prescribe para este delito y el cálculo de multiplicarlo por el elevado número de víctimas.
La denuncia que sacó a la luz los presuntos abusos tuvo lugar en enero del año 2023. Una de las jugadoras tuvo que ser asistida en las urgencias de un hospital por un ataque de ansiedad y durante el reconocimiento médico mencionó la causa: una agresión sexual por parte del entrenador y el acoso al que la sometía en las redes sociales y por mensajería telefónica.
«Me encanta tu cuerpo»
El modus operandi que relataba la primera víctima era similar al que confirmó días después una segunda jugadora. Esta segunda víctima volvía a hablar de los hechos que cometía el entrenador sin consentimiento y las frases fuera de tono que dedicaba a las menores como «me encanta tu cuerpo, te voy a poner desnuda frente a una espejo para que lo veas».
El entrenador fue detenido horas después cuando llegaba a su trabajo en la Universidad de Huelva. Tras la detención del entrenador por varios casos de agresión sexual, llegó una lluvia de denuncias de más víctimas de presuntos abusos.
En sus diligencias, la Policía habla de «un mismo patrón» que, según las víctimas, se repetía desde el año 2016. Era un secreto a voces, pero las víctimas no se atrevían a denunciar por vergüenza o por perder su puesto en el equipo si no se prestaban a que el presunto abusador les diera masajes que incluían, según los relatos, tocamientos en los genitales, frases soeces, e incluso coacciones y amenazas.
Así, las víctimas han relatado «tocamientos lúbricos» en campos de fútbol, en los vestuarios, en las duchas, durante los entrenamientos, en los viajes para disputar torneos fuera de la ciudad, en el teatro o en la vía pública. Las agresiones más graves tenían lugar en el despacho de enfermería que el presunto pederasta tenía en la Universidad de Huelva. Allí, con la excusa de darles masajes a las jugadoras, el entrenador presuntamente las agredía sexualmente.
Si las jugadoras se resistían a los masajes, las acosaba por las redes y las aplicaciones de mensajería con mensajes como este: «Hoy te tengo que dar un masaje sí o sí, yo te recojo y le dices a tu madre que te vas con las amigas». También obligaba a las niñas a desnudarse en su despacho para probarse prendas deportivas, algunas de 13 ó 14 años, arrebatándoles o robando sus prendas íntimas mientras se probaban las nuevas.
Estos hechos sólo constituyen una pequeña parte de lo que han relatado las víctimas a la Policía y el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Huelva concede plena veracidad al testimonio de los menores.
Se quedaba con las bragas de las víctimas
El juez ve indicios suficientes para creer responsable de los hechos al entrenador de Huelva, debido al testimonio sólido y con alto grado de detalle de las cuatro menores que denunciaron en primer lugar. También por los mensajes telefónicos aportados por las víctimas, que reflejan los intentos de acercamiento del entrenador a las niñas a través de esta vía. Por último, los efectos requisados por los policías en los registros del despacho del acusado, como son unas cuchillas de afeitar con las que se ofrecía a rasurar a las menores y varias bragas que arrebató a las víctimas, también le señalan directamente.
La previsión de la letrada Patricia Catalina que trabaja en nombre de las víctimas ha permitido que hasta la celebración de la vista oral y su resultado, se hayan embargado todos los bienes del entrenador acusado de agresión sexual para indemnizar a las víctimas.