Crisis del coronavirus

Sánchez recurre a un proverbio oriental para reclamar a todos los partidos su apoyo para reconstruir España

"Cuando soplan vientos fuertes algunas personas se dedican a construir muros mientras que otras construyen molinos", ha lanzado el presidente para pedir unidad

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a hacer de sibilino ‘poli bueno’, frente a sus ministros ‘polis malos’ en las broncas sesiones parlamentarias recientes al utilizar un proverbio oriental para hacer un llamamiento al resto de formaciones políticas a colaborar en la labor de reconstruir España y «recuperar el empleo y el crecimiento económico» desde la alianza.

«Cuando soplan vientos fuertes algunas personas se dedican a construir muros mientras que otras construyen molinos», ha lanzado Sanchez en lo que parece un mensaje integrador poco después de pedir «patriotismo» para apoyar en Europa las tesis de España e Italia en vez  de las de Holanda, y evitar así a los ‘hombres de negro’. A renglón seguido ha solicitado ser todos molinos «con el objetivo de reconstruir y recuperar el empleo y el crecimiento económico».

«Termino haciendo referencia a un proverbio oriental para trasladarles  alguna reflexión», ha dicho en su rueda de prensa de este domingo. «Obviamente, nadie esperaba este vendaval, pero ha llegado y nos ha sacudido, como ha golpeado a todo el mundo», en referencia a la pandemia de Covid-19.

«División o transformación»

Sánchez ha continuado diciendo que «sólo hay dos respuestas posibles: o ser muro o ser molino, división o transformación. Ya antes de la pandemia sabíamos para qué servían los muros: para dividir, para segregar, para confrontar». Con la pandemia «hemos visto alzarse otros muros como es el del miedo, el del engaño, el del odio», ha dicho.

Ha continuado su discurso paternalista, con aires de sermón desde púlpito anglicano, asegurando que «los muros no son la solución, queda otra opción, que es la de los molinos. Como dice el proverbio, podemos utilizar la tempestad que hemos vivido y convertirla en una fuerza positiva de transformación para reencontrarnos, forjando alianzas de los más jóvenes con los más mayores que han sido los más expuestos a los daños del virus; y de empresarios y trabajadores que quieren preservar y relanzar sus empresas y sus empleos».

En definitiva, ha pedido «alianzas entre todos los pueblos de España y la unión de todas la fuerza políticas con el objetivo de reconstruir y recuperar el empleo y el crecimiento económico».

Ha destacado a renglón seguido que «hemos pagado como país y como sociedad un precio muy alto para recuperar una parte de la normalidad  de nuestras  vidas. Está en nuestras manos transformar toda esta aspereza y este dolor en algo que haga mejorar y que nos fortalezca como país. Está en nuestras manos actuar con constancia y humildad para orillar lo que nos enfrenta y aquello que nos separa; podemos hacer mejor nuestro país», ha concluido en su mensaje de estilo presidente coacher inspirador.

Es bastante evidente que al hacer esta división entre muros y molinos, sigue ajustando cuentas contra las formaciones de la oposición de las que tantas quejas expresa por no haber apoyado en bloque todas sus medidas durante la pandemia. Ellas sin duda son el muro, mientras él, su Gobierno y las fuerzas que le respaldan, son los molinos.

Olvida el presidente Sánchez que hay otros molinos más patrios, que son los que nos enseñó Cervantes a través de los ojos de don Quijote, y que tornaron en causas perdidas.

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