Harry Potter: The Exhibition: las claves de una exposición mágica
Por fin se recitó el hechizo que escuchamos por primera vez a Hermione en el tercer piso del Castillo de Hogwarts. Alohomora. Y las puertas del IFEMA de Madrid abrieron sus candados para lo que sería un viaje de ida hacia el universo mágico con Harry Potter: The Exhibition. Una carta firmada por la Profesora McGonagall acreditaba a todo Muggle allí presente para adentrarse en una aventura que recordaría toda la vida. Varitas, escobas, elfos, duendes, Quidditch y mucho más estaban esperando al otro lado de un enorme portón sellado con la señal del rayo, la marca de «el niño que sobrevivió».
Hemos sido unos de los pocos afortunados que han podido disfrutar de esta experiencia inmersiva, por eso, y como haría el más que respetado diario de El Profeta, te lo vamos a contar de la mejor forma posible. Imágenes exclusivas, declaraciones James y Oliver Phelps (Gemelos Weasley), todo tipo de reliquias y mucha, mucha magia. Un reportaje especial con el que nos adentramos en las entrañas de Harry Potter: The Exhibition, una exposición de otro mundo.
Cabe destacar que las tremendas ganas de los fans por presenciar este espectáculo han obligado a los organizadores a ampliar el plazo hasta el próximo 2 de abril. Una decisión necesaria debido de las más de 150.000 entradas vendidas antes del la inauguración del evento. Rafa Giménez, socio de Sold Out y organizador de la exposición ha declarado que «ante el agotamiento de las entradas durante todos los fines de semana nos hemos visto obligados a prorrogar el plazo hasta el 2 de abril. Todo esto facilita que la gente pueda adquirir su entrada. Además, se ha aumentado la capacidad para que a partir del fin de semana que viene pueda asistir un mayor número de visitantes».
En manos del sombrero
La cola se hacía larga y la espera aún más angustiosa. Una situación parecida a uno de esos momentos previos a una gran cita ante la que no tienes mucha esperanza pero que finalmente resulta ser la mejor de tu vida. Justo cuando el público parecía impacientarse las puertas de Harry Potter: The Exhibition se abrieron junto al eco de un sonoro aplauso. Allí estaba él, tal y como puede verse en las películas, el sombrero seleccionador esperaba sobre un taburete de madera con ganas de asomar por alguna que otra cabeza. Pocos fueron los fans que se atrevieron a ponerle trabas, aún así, recuerda que «si tanto te importa, siempre puedes elegir la casa en la que quieras aprender. Hogwarts ayuda a quien lo necesita». Es más, al propio James Phelps (Fred Weasley) comentó que «el proceso de selección es bastante preciso», añadiendo que había probado en múltiples ocasiones y en todas ellas había sido seleccionado para Hufflepuff.
Tras las pruebas pertinentes y la típica charla del sombrero sobre las cualidades de algunos afortunados, una segunda puerta se abrió ante lo que parecía ser la oscuridad más absoluta. La mayoría de asistentes creía sentir la presencia del Señor Tenebroso, sin embargo un conjunto de ocho pantallas comenzaron a iluminarse con un más que útil resumen de todas las películas de la saga. La ilusión podía palparse en las caras resplandecientes de unos fans que veían como pasaba la infancia ante sus ojos en apenas tres minutos de vídeo. El aplauso volvió a resonar y el típico silbido de un tren acababa con una proyección que se había hecho corta.
Las luces se encienden y aparece a lo lejos lo que parece ser la silueta del Expresso de Hogwarts que yace en compañía del lucero convencional. La réplica perfecta, los detalles cuidados y hasta puede sentirse el vapor de un ferrocarril en el que muchos quisieran haber montado. Como en las grandes aventuras, todo comienza con un viaje. Y es que a partir de este momento es cuando cuerpo y mente deben relajarse y disfrutar de una exposición que puede definirse como un auténtico regalo para los cinco sentidos.
Bufandas a rayas y mandrágoras chillonas
Todo miembro de Gryffindor sabe que antes de acceder a la Sala Común más famosa de Hogwarts debe enfrentarse antes a la Señora Gorda. Y lo que es peor, aguantar sus terribles chillidos. Pero tranquilo, una vez que pronuncias Caput Draconis las puertas se abren para toda aquella persona valiente, osada, caballerosa y que tiene una especial predilección por las bufandas doradas y escarlatas. Ya en el interior pueden observarse algunos de los uniformes más habituales de la película, así como objetos famosos entre los que destacan: el mapa del merodeador que otorgan a Harry los gemelos Weasley, el huevo de oro del Torneo de los Tres Magos o la varita y las famosas gafas redondeadas del protagonista. Sin olvidarnos del típico gorro de lana que suele utilizar Ron en Navidad o los algunos de los atuendos más característicos de Hermione.
Unos pasos más adelante se encuentra la sección de aulas de Hogwarts. Un remanso de sabiduría en el que poder aprender las mejores pociones a través del libro de El Príncipe Mestizo mientras disfrutas de la vestimenta habitual del mismísimo Snape, el fallecido actor Alan Rickman con el que «fue un honor trabajar», según los hermanos Phelps. La bola de cristal de la Profesora Trelawney y el famoso presagio de El Grim en la taza de té de Harry Potter es otro de los objetos más destacados. Sin olvidarnos de un apartado dedicado especialmente a la Defensa contra las Artes Oscuras en el que poder aprender de las enseñanzas y examinar el atuendo del Profesor Lupin ,así como la sección dedicada a Dolores Umbridge y sus repelentes tonos rosas. Aunque en un caso a parte se encuentra el invernadero de Herbología, una zona en la que poder extraer una mandrágora de su maceta mientras escuchas los molestos chillidos que irritaban, y con razón, al bueno de Neville Longbotton. Toda una hazaña.
Quiddicch y muebles gigantescos
Llegó la hora del deporte más famoso del mundo. Deja a un lado el fútbol, el baloncesto y el fútbol americano y disfruta de la belleza del Quidditch. Sin duda, el juego por antonomasia de las novelas de J.K. Rowling que se ve perfectamente representado en una sala para el recuerdo. Trajes originales, escobas legendarias, carteles de partidos míticos… Todo lo relacionado con este deporte, snitch dorada incluida, se sitúa en la espectacular sala de Quidditch de Harry Potter: The Exhibition. No olvides la cámara, ya que podrás demostrar tus habilidades intentando encestar el Quaffle en cualquiera de los tres aros reglamentarios.
A todo fan de Harry Potter le gusta el Quidditch, pero si hay una parte te todo Muggle quiere visitar esa es la cabaña de Hagrid. La hospitalidad del semigigante Guardián de Llaves es conocida en todo Hogwarts. Por eso, que mejor que hacer una visita a una réplica perfecta del atrezzo original de la vivienda. Eso sí, recuerda que las dimensiones de Hagrid no son muy habituales, por lo tanto todo se te quedará grande. Incluso su gran butaca, un lugar en el que poder disfrutar de una cómoda siesta de escasos segundos ¿Por qué? Simplemente porque el huevo de dragón que hay encima de la mesa te despertará con uno de sus bruscos movimientos. Sin olvidar una zona exclusiva en la que disfrutar de la belleza y elegancia de Buckbeak, el hipogrifo que rompió el brazo al mismísimo Draco Malfoy.
Oscuridad y calaveras
La Magia Oscura siempre ha estado presente en el mundo mágico. Por eso en el séptimo escenario la temática se centra en el Bosque Prohibido y todos y cada uno de sus rincones más tenebrosos. Un lugar restringido para todo estudiante de Hogwarts, algo que lo hace aún más curioso para los jóvenes magos. Hogar de de criaturas tales como centauros, Thestrals, acromántulas, unicornios y todo tipo de animagos que pasean ocultándose entre las tinieblas. Un destino que se ha convertido en la sección favorita de Oliver Phelps (George Weasley): «Sin duda, Harry Potter: The Exhibition, es una exposición fuera de lo común. Pero la parte que más me gusta es el bosque prohibido, una zona llena de detalles en la que se potencian los cinco sentidos. Un lugar en el que incluso se palpa el olor del destino original y en el que puede escucharse la voz del mismísimo Voldemort».
Los siervos del Señor Tenebroso no podían faltar a la cita de una exposición que, esta vez, no han podido sabotear. Los atuendos más habituales de los Mortífagos están presentes en una zona que aterroriza a todo aquel que se atreve a acceder a ella. Sin olvidarnos de una vitrina en la que poder observar elementos tales como Dementores, horrocruxes, uniformes de Azkaban e incluso una réplica perfecta de Nagini, la serpiente de Voldemort.
Navidad eterna
Velas flotantes, guirnaldas brillantes, fantasmas por doquier y comida a raudales. Solo el Gran Comedor de Hogwarts puede guiarse por estas cualidades. «La pieza mas compleja sin duda el Gran Comedor por los grandes ventanales. Este espacio es muy grande y lo hemos podido recrear a la perfección. Los detalles están conseguidos. Hemos intentado elegir las piezas que más lleguen a los fans de la saga y que creo que lo hemos conseguido.», dijo Robin Stapley, vicepresidente de GES Event.
Un lugar perfectamente recreado para la ocasión que se presenta como el punto culmen de la exposición presidido por la Copa de los Tres Magos y los atuendos característicos que aparecen en Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Sin olvidarnos de la presencia de Dobby, el amigable elfo que se convierte en uno de los mejores amigos de Harry y al que el propio Oliver Phelps no le importaría haber interpretado o Fawkes, el Ave Fénix que yace en el despacho de Dumbledore.
Las Reliquias de la Muerte también tienen presencia en una sección completada con el vestuario original del famoso Baile de Navidad de Hogwarts y las prendas desgarradas de la última pelea de los jóvenes magos que acaba con la vida de Voldemort. Un apartado en el que también tiene cabida la diversión con algunos de los artículos de broma de Sortilegios Wasley. » Si tuviera que elegir entre algunos de los productos de la tienda escogería el Surtido Saltaclases. También podría utilizar la Materia Negra para aparecer aquí por sorpresa y los Polvos de Oscuridad para desaparecer de forma instantánea», comentó James Phelps entre risas.
Harry Potter: The Exhibition tiene todo lo necesario para triunfar en Madrid, tal y como ya lo ha hecho por todo el mundo. Recuerda que las entradas vuelan así que no pierdas la oportunidad de disfrutar de este evento único. Una exposición, más que de diez, de 9 y 3/4.