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En España, los campos de lavanda más famosos se encuentran en Brihuega, una localidad de la provincia de Guadalajara. Con su espectacular belleza, estos campos se han convertido en una atracción turística de renombre tanto a nivel nacional como internacional. La lavanda comenzó a cultivarse en esta región hace varias décadas, transformando el paisaje de la zona. Cada año, Brihuega atrae a numerosos visitantes, especialmente durante la floración en julio. En este mes, los campos se tiñen de un vibrante color púrpura y el característico aroma de la lavanda impregna el ambiente.
No obstante, Brihuega no es el único lugar en España donde se cultiva lavanda: Tiedra, un pequeño pueblo al noroeste de la provincia de Valladolid. Aquí, también crece la lavanda, y en los últimos años, este lugar ha ganado mucha popularidad, atrayendo a un gran número de visitantes durante esta época del año. Tiedra se ha hecho famoso por su increíble entorno natural, especialmente por sus campos de lavanda que en verano cubren más de 400 hectáreas de color púrpura. Además, cultiva lavandín, un híbrido resistente y productivo. Desde 2019, el centro Tierra de Lavanda ofrece visitas guiadas sobre su historia y cultivo.
Tiedra
Tiedra, un encantador pueblo medieval, se encuentra a unos 60 kilómetros de Valladolid. Este municipio destaca por su rica historia y patrimonio cultural, lo que lo convierte en un destino imprescindible para quienes visitan la región.
Sin embargo, lo que realmente ha puesto a Tiedra en el mapa es su impresionante entorno natural, especialmente sus vastos campos de lavanda. Durante el verano, el paisaje de este pueblo vallisoletano se transforma por completo, ya que más de 400 hectáreas de terreno se tiñen de un vibrante color púrpura gracias a la floración de la lavanda.
Además de la lavanda, Tiedra también cultiva campos de lavandín, un híbrido entre la lavanda verdadera y la espigada. Este híbrido se cultiva ampliamente debido a su mayor resistencia y rendimiento en la producción de aceites esenciales en comparación con las especies puras.
La lavanda llegó a este pueblo vallisoletano en 2006 como una iniciativa privada. Su rápido crecimiento llevó a la creación de Tierra de Lavanda en 2019, el primer centro de interpretación dedicado al mundo de esta planta aromática. Este centro ofrece visitas guiadas donde los visitantes pueden aprender sobre la historia de la lavanda, sus variedades, métodos de cultivo y procesos de extracción de aromas.
El centro también organiza charlas, cursos visitas libres, y actividades para grupos, entre otras muchas iniciativas. Recientemente, se han incorporado experiencias de realidad virtual, permitiendo a los visitantes disfrutar de la lavanda de una manera innovadora.
Historia
La historia de Tiedra se remonta a la ciudad vaccea de Amallóbriga, habitada por los vacceos, un pueblo celta que desarrolló una cultura basada en la agricultura y la ganadería. Los romanos conquistaron el área en 178 a.C., manteniendo su importancia como centro urbano. En el siglo IV, la crisis del Imperio Romano llevó a la decadencia de Amallóbriga, que quedó despoblada con la invasión musulmana en el siglo VIII.
En el siglo XI, tras la reconquista cristiana, Tiedra fue repoblada y fortificada. En 1171, se convirtió en villa real, ganando autonomía y privilegios. Durante el siglo XIII, la villa prosperó bajo el control de los Téllez de Meneses, quienes reformaron el castillo. La villa mantuvo su relevancia hasta la Edad Media, pasando por manos de diversas familias nobles hasta el siglo XIX.
Lugares de interés
Uno de sus principales atractivos es el Castillo de Tiedra, una fortaleza del siglo XII con una torre del homenaje de 33 metros. Este castillo cuenta con un patio de armas, sótano-calabozo, tres plantas y un mirador en la azotea. Se puede realizar una visita virtual del castillo, que está abierto al público los fines de semana y festivos, con horarios especiales entre abril y octubre, y visitas con reserva previa entre diciembre y febrero.
La plaza Mayor, origen del siglo XVI, ha sido el centro de la vida urbana de Tiedra, dominada por el edificio del ayuntamiento de 1866, que albergaba varias dependencias administrativas y comunitarias. Actualmente, la oficina de turismo se encuentra en la planta baja.
Construida en el siglo XII junto a la muralla, la Iglesia de San Miguel tuvo un doble propósito religioso y defensivo en sus primeros años. El templo fue reconstruido en el siglo XVI, aunque todavía se pueden identificar partes de la construcción románica original, como la hilera de canecillos y algunas piezas visigodas reutilizadas en las obras posteriores.
La construcción de la Iglesia de El Salvador comenzó en el siglo XVI con un estilo gótico, evidente en la bóveda de crucería de la capilla mayor. Esta iglesia alberga una notable colección de bienes muebles datados entre los siglos XVI y XVIII, destacando el retablo mayor atribuido a la Escuela de Toro. En la actualidad, es la única parroquia activa en Tiedra.