‘Pesadilla antes de Navidad’: la película de esta Nochebuena

Las películas navideñas son una tradición ideal para compartir veladas en familia. Sin embargo, ante una Nochebuena tan atípica como la de 2020, nada mejor que salirse de la norma y encontrar refugio en obras que, como ‘Pesadilla antes de Navidad’, llevaron a cabo una propuesta tan diferente como rompedora, pero siempre manteniendo la magia de estas fechas.

‘Pesadilla antes de Navidad’ fue la primera vez que Tim Burton, todavía como productor, probó suerte en la animación. Al igual que todo lo que toca este director, la película apostó por una estética tétrica cargada de un ambiente gótico, algo que era impensable para una obra asociada a la festividad navideña. Contra todo pronóstico, la cinta se convirtió automáticamente en una de las mejor valoradas de la historia: un éxito que se encuentra estrechamente ligado al trascendental mensaje que se nos transmite por medio de Jack Skeleton, su protagonista.

Estamos a las puertas de una Navidad nunca antes vivida. Obligados a reducir el número de personas en las cenas familiares, permanecer en casa el mayor tiempo posible o perder cierta parte de la alegría de las fiestas, es el momento de sobreponerse a la situación y encontrar la felicidad en los pequeños instantes. Para ello, nada mejor que dejarse llevar por el positivismo de Jack quien, a pesar de las circunstancias, supo tomar las riendas de su vida para cambiar el mundo.

La desolación de Jack nos afecta a todos

En el primer acto de ‘Pesadilla antes de Navidad’, se nos presenta un mundo ficticio basado en Halloween. Tal y como podríamos imaginar de una película firmada por Tim Burton, el diseño de las calles y los personajes que vamos encontrando, luciendo sus mejores galas en el número musical inicial, están rodeados de apariencias sombrías e ideas de lo más llamativas. No obstante, cuando termina esta escena, conocemos un poco más de la vida del que parece ser la verdadera eminencia de dicha sociedad: Jack Skeleton.

Abrumado por un vacío existencial, el personaje siente que su vida carece de sentido alguno. Lo que le rodea no es suficiente y cree que poco o nada puede hacer para escapar de su realidad. De esta manera, damos con una crisis propia de la edad adulta que, entre canciones y animación, se adapta al entendimiento de los más pequeños. Pocas veces encontramos una introspección de estas características en el cine infantil; pero la película no dudó en ahondar en la psicología de su protagonista para transmitir exactamente lo que se proponía.

Es en este momento en el que, lo que parecía ser una película de Halloween, pasa a convertirse en un filme navideño. El segundo acto nos lleva al mundo de la Navidad y, ante la mirada atónita de Jack, se nos van presentando todos los valores asociados a estas fechas. El protagonista encuentra de nuevo el rumbo y no duda en poner de manifiesto una energía transformadora con la que, a pesar del qué dirán en su lugar de origen, sirva como punto de inflexión en la trayectoria que se había marcado.

Ahora, tras uno de los años más difíciles en la historia reciente, son muchas las personas que están en una situación similar. La cuarentena nos ha puesto a prueba a todos y, a punto de concluir 2020, se presenta una nueva oportunidad para dar un giro de 180º al camino que queremos recorrer. Por mucho que la Navidad no se vaya a ajustar exactamente a lo que estamos acostumbrados, reside en nuestro interior la fortaleza para levantarnos una vez más y, al igual que Jack Skeleton, recuperar la motivación que la Covid-19 nos robó sin piedad alguna.

Nosotros marcamos el espíritu de la Navidad

La Navidad cuenta con un amplio volumen de artificios que le dotan de una magia sin igual; no obstante, en ocasiones parece que olvidamos que los verdaderos protagonistas de estas fechas no son las grandes cenas, las luces en las calles o abrir regalos en familia: los verdaderos protagonistas de estas fechas somos nosotros y nuestros seres queridos.

Cuando Jack Skeleton, con total inocencia, decide secuestrar a Santa Claus, pronto se percata de que la Navidad no encaja en la ciudad de Halloween. Son dos festividades totalmente contrapuestas y todo parece que está destinado al más rotundo de los fracasos. Ahora bien, el espíritu de Jack todo lo puede y logra convertir lo imposible en realidad, demostrando que el positivismo ante la adversidad es la mejor manera de actuar. ‘Pesadilla antes de Navidad’ concluye con dos mundos que, a priori imposibles de converger, se adaptan el uno al otro.

Este mensaje es esencial para esta Nochebuena. No importan las restricciones, está en nuestras manos encontrar la forma de sacar lo mejor del final de 2020. Un año cargado de imposibles que, al igual que Jack Skeleton, debemos enfrentar con fortaleza y  así derrumbar, logrando que el optimismo y el amor por los nuestros nos hagan vivir una Navidad inolvidable.