Rafaelillo corta una oreja en Las Ventas, Talavante recibe una gran bronca y silencio para Escribano
Rafael Rubio (Rafaelillo), Manuel Escribano y Alejandro Talavante han sido los protagonistas de la penúltima de San Isidro. Lidiaron toros de la ganadería de Adolfo Martín. Undécimo “No hay billetes”.
El primer toro, Mentiroso, fue toreado por Rafaelillo, al que midió de salida con un buen ramillete de verónicas ajustado a terreno del nueve. Fue corto en banderillas. El torero comenzó la faena ajustada a tablas por el lado derecho flexionando una rodilla. Una pena porque al bajar tanto la embestida, el toro se cayó en alguna ocasión. Tras levantarse lució una gran serie por el mismo lado. El viento de la tarde molestaba, así que cambio de mano y levantó al público con otra serie de gran calado. Siguió estirando un poco más al toro bravo, llevándolo a sus terrenos para sacar una buena serie al natural. Faena muy inteligente. Tras una gran estocada, el público se puso en pie. Fuerte petición de oreja. Oreja.
Salió Tomatillo para Manuel Escribano que no se dejó torear con el capote. Gran quite por gaoneras de Talavante. Se lució por banderillas Escribano consiguiendo animar los tendidos. Ya con la muleta en mano fue despacio citando al animal por la zurda y por abajo. El toro apenas tenía fuerza y se paraba, nos aguantaba más de dos pases seguidos. Pero poco a poco se fue apagando. Escribano siguió intentándolo, pero apenas le sirvió. No tuvo suerte con la espada y pinchó. Silencio.
Aviador fue el tercero para Alejandro Talavente que arrancó con verónicas y consiguió los oles de los tendidos. Jesús Díaz destacó con las banderillas. Talavante comenzó la faena muy despacio y por la izquierda, para sacarle largos naturales que encandilaron al tendido. Continuó hasta torear en redondo. El extremeño fue poco a poco ligando cada serie, cuidando la faena. Continuó por la derecha, pero el animal se enganchaba en algunas ocasiones. Volvió al lado izquierdo donde lució otra tan serie de naturales. Talavante puso muchísimo esfuerzo en forjar la faena, pero el animal se quedaba quieto. En los aceros tuvo complicaciones, tras un pinchazo estocada tendida. Silencio.
Aviador II fue el cuarto para Rafaelillo. Resultó de características enormes, al que saludó por medias verónicas y ajustado a tablas. Demostró gran valor Rafaelillo porque el astado era muy peligroso. Lo arrastró hasta los medios donde cerró con una gran verónica. La faena la brindó al público, comenzando flexionado para probar al animal por la izquierda. El astado iba despacio e, incluso, se paraba. Le costó arrancarle los primeros pases. Por el derecho sacó algún muletazo. El animal era peligroso, aunque cierto es que Rafaelillo no escatimó esfuerzos, aguantado ante él y metiéndose entre los dos pitones. Se puso imposible y decidió abreviar. Tras un pinchazo remató con una estocada un poco trasera. Fue ovacionado.
El quinto para Manuel Escribano fue Baratero, al que recibió a portagayola de forma exitosa. Dejó un par de verónicas de calidad. Volvió poco después a lucirse por banderillas. Brindó la faena al público y se fue a los medios comenzando por el pitón derecho y donde le arrancó la muleta. Se mantuvo por el mismo lado donde apenas le sacó algunos muletazos sueltos. El toro se puso imposible, apenas le dio opciones al sevillano hasta el punto de engancharlo. Evitó de milagro una cornada. Tras buscar miles de opciones lo pasaportó con una gran estocada, cayendo el animal en el acto. Recibió una fuerte ovación.
El último, Aguador, le correspondió a Alejandro Talavante, al que recibió por medias verónicas. Fue devuelto por inválido. Salió el sobrero de Garcigrande, al que midió por medias verónicas. Muy bien el toro en el tercio de varas. La faena la inició por la izquierda, flexionándose de rodillas. Lució un par de series que gustaron. Ahí se apagó y fue complicado una gran gesta. Apenas pudo lucir numerados desligados. Lo cito despacio, pero el astado no terminaba de arrancar. Lo intentó el extremeño de mil formas, pero era imposible. El viento comenzó a soplar más fuerte y terminó por agotar las pocas posibilidades que tenía. No fue la tarde de Talavante. Tampoco tuvo suerte con la espada, tras varios pinchazos, finalizó tras una gran bronca del tendido. Silencio.
Ficha del festejo:
Cinco toros de Adolfo Martín, bien presentados, de serias y astifinas defensas, y de juego desigual.
Rafael Rubio Rafaelillo (grana y oro): gran estocada (oreja); pinchazo y estocada trasera y contraria (ovación).
Manuel Escribano (verde botella y oro): dos pinchazos y estocada honda (silencio); estocada trasera y caída (ovación).
Alejandro Talavante (verde esmeralda y oro): pinchazo, media enhebrada en el «número», pinchazo hondo y descabello (silencio); seis pinchazos, media muy trasera y caída, y descabello (pitos tras aviso).
En cuadrillas, Jesús Díez Fini saludó tras banderillear al tercero.
Vigésimo octava y penúltima de feria, con lleno de «no hay billetes» en tarde espléndida.