Castella y Ureña dejan dos faenas de gran valor ante una tarde complicada de Victoriano del Río

Este viernes, Sebastián Castella, Paco Ureña y Ginés Marín hacían el paseíllo en la que fue la cuarta de abono de la Feria de Otoño. Una corrida en la que se lidiaban toros de Victoriano del Río bastante complicados, que dieron poco juego y opciones. Destacó Castella ante un cuarto de inicio complejo al que supo sacarle lo mejor, poniendo emoción a la tarde a pesar de que la espada le dejó sin trofeo. Ureña tuvo una jornada bastante difícil en la que, finalmente, se premió su esfuerzo ante el quinto con una vuelta al ruedo. Ginés no tuvo opciones.

Castella dejó momentos de gran emoción

Abrió la tarde Castella ante un primero muy serio que humillaba en el capote al recibirlo a la verónica. Tras el caballo, Paco Ureña entró a la palestra luciendo un gran quite por verónicas. El murciano tuvo un gran susto al perder un pie realizando una revolera, a lo que se sumó un leve enganchón del animal del que salió ileso. Cerró la tanda con un gran quite por tafalleras rematando con una extraordinaria revolera.

Por estatuarios, comenzó la faena de muleta cambiándose al animal por la espalda. El animal humillaba por ambos pitones y el francés lo aprovechó. Lució varias series por la diestra sin poder ligarlas. Poco a poco, el animal fue perdiendo fuerza sin darle opciones. Empañó sus esfuerzos con la espada tras una estocada baja.

El cuarto toro mejoró levemente la tarde del francés. Un animal de enormes características y manso de salida. Apenas pudo saludarlo Castella con el capote porque se frenaba constantemente. El público empezó a protestar para pedir su devolución, pero no fue aceptada.

Castella consiguió aprovechar con al muleta todo lo que tenía el animal a base de mucho esfuerzo. Empezó por una gran serie de naturales que consiguió levantar al público. Lo arrastró a los medios, donde continuó por la diestra remontando por lo alto. Siguió sacándole un par de series más. El público estuvo muy metido en la faena. Siguió por la diestra, donde el animal tenía una embestida de mayor calidad. Finalizó la faena por manoletinas y, tras un pinchazo, una gran estocada. Recibió una fuerte ovación y vuelta al ruedo.

La tarde de Ureña tuvo gran valor y esfuerzo

Le tocó un segundo complicado, que fue protestado nada más salir por la puerta de chiqueros por tener uno de los pitones en malas condiciones. El toro, además, perdía las manos y no dio opciones en el capote.

Con la muleta, Ureña lo intentó por todos los medios posibles. Lució una tanda impecable por la diestra e intentó buscar la ligazón entre muletazos, pero fue imposible. Tampoco tuvo suerte con la espada. Tras varios intentos consiguió finalizar.

Con el quinto, Ureña lo tuvo imposible. El animal huía todo el tiempo sin darle ninguna opción. El toro salía corriendo de caballo en caballo siendo bastante peligroso. Tras banderillas, poco a poco, Ureña lo fue limando consiguiendo sacarle algunas tandas de muletazos. La faena fue muy peligrosa y de muchísimo esfuerzo en todo momento y el animal lo enganchó en varias ocasiones.

Ureña consiguió sacarle series tirando de la embestida por abajo en una mar de oleadas y de arreones. El murciano tuvo que ponerse siempre la muleta por delante para no sorprenderle. A la hora de entrar a matar, tras hacerle guardia, la espada recibió un leve pitonazo. Le costó rematar. Recibió una fuerte ovación y vuelta al ruedo premiando el gran esfuerzo que tuvo que realizar ante un animal tan difícil.

Ginés Marin tampoco tuvo su mejor tarde

Ante el tercero tuvo pocas opciones de lucimiento con el capote, apenas lució un par de verónicas al principio. Tras el caballo, el animal fue a menos. Continuó así durante toda la faena tras ver que no tenía posibilidad alguna porque se paraba en todo momento sin darle opción a lucir ningún muletazo. No tuvo más opciones que abreviar.

El extremeño cerró la tarde ante un sexto de similares características que los anteriores. Lo recibió con un ramillete de verónicas que dejaron buen sabor de boca en los tendidos. Tras el caballo, el animal se fue a menos dejándole sin apenas opciones. Se iba y no dejaba ligar ningún muletazo. Tras varios esfuerzos, no le quedó más elección a Ginés que ir a por la espada y finalizar la faena.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Cuarta de la Feria de Otoño. Corrida de toros.

Toros de Victoriano del Río.
Sebastián Castella: silencio y vuelta al ruedo.
Paco Ureña: silencio y vuelta ruedo.
Ginés Marín: silencio y silencio.