Por qué abandoné Spotify para pasarme definitivamente a Apple Music
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Apple Music vio la luz en el año 2015, nueve años más tarde que el servicio estrella de música en streaming, Spotify. Cuando comencé a utilizar un smartphone y descubrí el maravilloso mundo de las aplicaciones, Spotify rápidamente se hizo un hueco entre mis favoritas. Nunca llegaría a imaginar que abandonaría este servicio, no sin ciertas dudas, por el de Apple Music y, a día de hoy, no me arrepiento en absoluto. Estas son las razones por las que dejé Spotify para pasarme a Apple Music de forma definitiva.
Adiós Spotify, hola Apple Music
Es cierto que cuando Apple Music salió a la luz, no pintaba demasiado bien. Era un servicio con un catálogo nada amplio y que no era precisamente económico. No se me pasaba por la cabeza dar el cambio a no ser que la compañía de Cupertino comenzara a dar pasos para convencerme. El tiempo pasó y Spotify seguía siendo una de mis aplicaciones favoritas, hasta que la compañía de la manzana mordida me mandó un código de tres meses para probar el servicio. Pensé que la mejor manera de probarlo en condiciones era dando de baja la suscripción de Spotify y aprovechando esos tres meses gratuitos. He de decir que soy usuario de iPhone desde el año 2008.
En un principio, me sentía algo raro; si bien la navegación es bastante similar, el hecho de tener una interfaz algo diferente era algo que me inquietaba. A cualquiera de nosotros nos produciría siempre esa sensación. Sin embargo, descubrí que el mundo no se acababa y que Apple Music había mejorado bastante desde su lanzamiento. Cuando el periodo gratuito de tres meses se acabó, debía tomar la decisión de continuar con Apple Music y empezar a pagar, o bien, volver «a casa», a Spotify, pagando también.
Integración en el ecosistema Apple
Decidí quedarme con Apple Music por una sencilla razón: por aquel entonces, mi ecosistema de productos Apple ya se había ampliado y había abandonado definitivamente el sistema Windows. Tenía un iPad y un Apple Watch. Pensaba, y afortunadamente no me equivoqué, que centralizarlo todo en el mismo lugar podría ser una buena opción. Afortunadamente, Apple Music ha ido mejorando notablemente, de tal manera que cuenta con bastantes funciones adicionales que no puedes encontrar en Spotify.
A la compatibilidad con los productos de la marca californiana, también hay que añadir que la calidad de audio de Apple Music es notablemente mayor. Si bien Spotify ha ido realizando esfuerzos para incorporar mejoras, Apple le adelantó hace ya bastante tiempo. Esto es algo que percibo al escuchar música con cualquier auricular de cierta calidad o bien con los AirPods, y así poder sacar provecho al audio espacial.
Funciones adicionales que marcan la diferencia
La función karaoke de la app norteamericana es también muy divertida, y en aquellos momentos en los que te reúnes con varios amigos para pasar un buen rato, Apple Music marca la diferencia. Selecciona cualquier tema, emparéjalo con una televisión inteligente y modula el volumen de la voz, desde cero hasta que sirva de guía. Podrás seguir las letras en la pantalla mientras pasas un momento increíble.
Otro aspecto en el que Apple Music marca la diferencia con respecto a Spotify es proporcionar mucha información sobre los artistas y los discos. No solamente se trata de escuchar música, sino de conocer detalles interesantes de las grabaciones. La recomendaciones musicales que proporciona Apple Music están en clara sintonía con las de Spotify, pero bajo mi punto de vista son algo mejores incluso.
Apple Classical Music
Por no seguir alargándome demasiado, la mejora en Apple Music vino en la primavera del año pasado. La adopción de Apple Classical Music, aplicación independiente pero sin un aumento de precio si eres suscriptor de Apple Music, es, sin lugar a duda, un acierto. Me encanta cualquier tipo de música, y la mal llamada música clásica no es una excepción. Aquí encuentro grabaciones que en otros servicios como Spotify me es imposible encontrar, ya que Apple dispone de un catálogo muy amplio con discográficas punteras como Deutsche Grammophon.
Las cifras hablan por sí solas
Es cierto que Spotify sigue liderando el mercado, pero no vive sus mejores momentos. Ya no es aquella aplicación omnipresente a la que todos terminamos acudiendo. De hecho, su porcentaje de suscriptores premium no es precisamente demasiado alto, y se están planteando continuamente cómo aumentar los ingresos que los suscriptores gratuitos no aportan. Esto es algo que en Apple Music no ocurre: no puedes tener una cuenta gratis, o pagas o no tendrás acceso al servicio, a no ser que Apple te regale durante cierto tiempo la suscripción por haber comprado alguno de sus productos.
Cinco años después de haber tomado esa decisión no me arrepiento en absoluto. No quiero decir que Spotify sea un mal servicio, para nada. De hecho, fue la aplicación que abrió camino a todas las demás, pero no me planteo la vuelta a Spotify de ninguna manera. Además, la suscripción de los de Cupertino no es un servicio exclusivo para los usuarios de la marca, ya que puedes suscribirte y utilizar la aplicación si tienes un dispositivo Android.
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