7 razones por las que la tecnología es más peligrosa que las armas nucleares
Elon Musk, uno de los gurús de Silicon Valey, status que se ha ganado lanzando proyectos de mucho éxito, como los coches eléctricos Tesla y los vuelos espaciales privados de SpaceX, ha recomendado a través de su cuenta en Twitter (1,2 millones de seguidores) que se lea “superinteligencia” un libro escrito por Nick Bostrom, que versa sobre los peligros de la gripe del pollo o la gripe Aviar. El autor no sólo habla del peligro de las pandemias, también se centra en la idea de que la tecnología es potencialmente más dañina que las armas nucleares.
Algunas de las ideas que se narran en el libro componen esas siete razones por las que la tecnología puede llegar a ser más peligrosa incluso que las armas nucleares:
- Ya hay organismos gubernamentales que estudian estas posibilidades. Si esto está ocurriendo es porque hay un riesgo claro de que puede ocurrir. El Life Institute de los EEUU o el Centro para el estudio del riesgo Existencial, creado por la Universidad de Cambridge, son algunos ejemplos de que la cosa no es baladí.
- “La gente está demasiado pendiente de las catástrofes naturales y del cambio climático y nada pendientes del crecimiento de la Inteligencia artificial”, estas son palabras de otro de los grandes conocidos en Silicon Valley y consejero del grupo financiero Yudkowsky, Peter Thiel. Todos los científicos coinciden que en cuestión de pocas décadas las máquinas conseguirán lo que ellos denominan como “inteligencia artificial generalizada” y ésta coincidirá con la capacidad intelectual de sus propios creadores. En ese momento, las máquinas podrán considerarse como “una nueva raza que aterriza en la Tierra”.
- Los resultados de esa nueva raza de seres computerizados marcará una nueva forma de vida en el planeta, seres con un intelecto elevado, totalmente inhumano y con resultados impredecibles.
- Cada vez son más los debates que versan sobre hasta qué punto las máquinas le están quitando el trabajo a los seres humanos, cada vez son más las máquinas que reemplazan al hombre, éstas son más eficaces, incansables y no hay que remunerarlas. En el momento que las máquinas comiencen a crear máquinas, la humanidad estará en grave peligro.
- La humanidad es esclava de su propia indolencia, cada vez somos más cómodos, preferimos que las máquinas hagan cosas por nosotros, en el último CES (feria internacional de tecnología) de Las Vegas se han presentado varios modelos de automóviles que no necesitan de la presencia humana para moverse por las carreteras. Esta “vagancia humana” puede ser una de las razones de que al final las máquinas se controlen solas y por ende que el hombre no ejerza su poder de vigilancia y pierda la superioridad sobre éstas.
- Las máquinas, como se están concibiendo por el propio hombre, tienen entre sus máximas el lograr la eficiencia total. Bostrom en su libro comenta que esa eficiencia es la que puede explicar que la máquina no vean que el hombre deba ser un colaborador necesario y por tanto decida no contar con él.
- La deshumanización de las máquinas es nuestro mayor problema, sin conciencia, una máquina pensante no tendría motivos para salvaguardar la humanidad, bien mirado el hombre y su espíritu nada tiene que ver con las máquinas y éstas jamás depararán en que el hombre siempre piensa en su alma como parte de lo que lo mantiene vivo.
La esperanza: Los hombres deben tener previsto el apocalípsis de las máquinas, ya se han hecho muchas películas que tratan del tema, el cine siempre recoge las temáticas que más preocupan a la humanidad. Ante esa situación es de obligado cumplimiento para los hombres que las máquinas se construyan protegiendo la esencia de su creador. Stephen Hawking ha repetido muchas veces que la Inteligencia Artificial es el mayor acontecimiento de la historia de la Humanidad, pero enseguida suele añadir la siguiente coletilla: “Pero desgraciadamente puede ser el último”.
Bostrom también habla de esperanza, siempre y cuando el hombre sea capaz de protegerse de sus inventos, un mundo de máquinas será capaz de colonizar el espacio exterior, de curar el envejecimiento… Su pudiéramos llegar al siglo que viene y alcanzáramos la madurez tecnológica, la Humanidad podría sobrevivir otros mil millones de años”.