La tía de la mujer de Luis Lorenzo ingirió los metales pesados letales de una sola vez y por vía bucal
Los forenses encargados de discernir los detalles de la misteriosa muerte de María Isabel Suárez han comenzado a declarar en el juzgado de Arganda
Fiscalía trata de conocer explicaciones alternativas para la presencia de cadmio y manganeso 200 veces su dosis recomendada en el cuerpo de la octogenaria
El día que murió la tía política de Luis Lorenzo hubo 7 transferencias de sus cuentas de 10.000 euros
María Isabel Suárez falleció en Madrid el 28 de junio de 2021, sin embargo, tuvieron que pasar seis meses más para que un forense considerara que la muerte de la mujer de 85 años no había sido una fatalidad consecuencia de la edad de la paciente o de sus problemas médicos. A la tía de Arancha Palomino, mujer del actor Luis Lorenzo, le habían dado o se había tomado productos con metales pesados en gran cantidad, de una sola vez y por vía bucal antes de perder la vida, lo que daba al óbito de la anciana un cariz “homicida” a juicio de los forenses que ya están desfilando por el juzgado de Arganda para aclarar estas y otras dudas a todas las partes personadas en el caso.
Fuentes de la investigación explican a OKDIARIO que a los dos investigados por la muerte de María Isabel, a Luis Lorenzo y a Arancha Suárez, “no se les detiene exclusivamente por los resultados forenses sino porque estos son la guinda de una serie de indicios de criminalidad que los relaciona con la muerte de la víctima”. Cuando Isabel fallece son sus hermanos los que deciden que se active una investigación post mortem que ya había tenido su prólogo con Isabel en vida.
La familia, preocupada por no tener noticias de una octogenaria que vivía feliz en su pueblo de Asturias y que se va, literalmente, de la noche a la mañana a Madrid y con lo puesto, denuncia ante la Guardia Civil la desaparición de una persona con la que llevan semanas sin poder contactar. “Los investigados tienen una actitud evidentemente obstruccionista”, redacta el instructor policial en el atestado al que ha tenido acceso OKDIARIO. Y lo hace porque ni Luis Lorenzo ni su mujer hacen nada para ayudar a los agentes a que María Isabel de fe de vida a su familia en Asturias. Literalmente ni el actor ni su mujer dejan entrar en su casa a los agentes.
Los antipsicóticos bajo sospecha
Si a ese comportamiento se le suma el testimonio de los forenses, se entiende mejor la sospecha que pesa sobre el actor y la sobrina de la víctima. Antes de que se detectara la presencia de cadmio y manganeso en el organismo de María Isabel hubo otros análisis que ya despertaron la suspicacia de los profesionales que están declarando estos días en el juzgado. ¿Qué buscaron en el organismo de la fallecida? De todo. Drogas, psicofármacos, sustancias procedentes de plantas, nuevas sustancias psicoactivas, etc. Esto último, lo de ‘nuevas’, es importante ya que gracias a cabellos de la fallecida de 12 centímetros de longitud se pudo determinar qué consumía y qué no en cada mes del último año siguiendo ese cabello centímetro a centímetro en segmentos trimestrales.
La tía Isabel dio positivo en un sinfín de sustancias, algo que en personas de avanzada edad o con prescripciones médicas regulares no es extraño, pero este diario ha consultado a fuentes forenses el detalle de los resultados de esos análisis para entender mejor los resultados: “Es obvio que se detecta mucha medicación así que antes o después el juez debe citar a quien la prescribió porque, por ejemplo, hay que saber por qué tomaba antipsicóticos. En cualquier caso, los análisis demuestran que la medicación no es la causa de la muerte, pero eso sí, la presencia de aripripazol, quetiapina y haloperidol a la vez y en los meses previos a su muerte te permiten saber que esa medicación la tuvo que dejar en estado caso vegetal”, explica el forense consultado por OKDIARIO.
Así que asumido que a María Isabel la tumbaron a base de fármacos queda explicar la presencia de metales pesados en su organismo, y ahí los forenses han sido demoledores sobre el papel y en el juzgado: la mujer ingirió esas cantidades de cadmio y manganeso por vía oral, ya que el resto de las vías, como la respiratoria, no presentaban en la autopsia síntomas compatibles, lo hizo de una sola vez y poco antes de morir, ya que los metales estaban en la sangre, pero no habían llegado al cabello. Con lo anterior los forenses descartan el accidente y apuestan sólo por dos opciones: suicidio u homicidio.
Que la tía Isabel decidiera quitarse de en medio es descartable dado que la mujer apenas se podía valer por sí misma en fechas próximas a su muerte. Que Luis Lorenzo y su mujer la trajeran a Madrid tres meses antes de morir dejando prácticamente la comida en el fuego de su casa de Asturias, que le dieran medicación para someterla, que buscaran poderes para hacerse con sus cuentas, que sacaran miles de euros la misma mañana de la muerte de las cuentas de su tía, todo eso y muchos indicios más es lo que el juzgado trata ahora de averiguar si formó parte o no de un plan para lucrarse con la muerte provocada de una octogenaria.
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