INQUIOKUPAS

Un propietario tiene que dormir en un coche mientras se retrasa un año el desahucio de sus inquiokupas

El desahucio de los inquiokupas estaba previsto para mayo, ahora será dentro de un año

El dueño envió una carta al juzgado advirtiéndole que si no agilizaba los trámites se quitaba la vida

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David, malvive mientras la justicia retrasa el desahucio de los inquiokupas de su casa.
Ángel Moya

El Juzgado de Instrucción número 3 de Valls (Tarragona) ha retrasado un año el desahucio de los inquiokupas de un vecino que entretanto se ve obligado a vivir en un coche y comer las sobras que encuentra en la basura. La vista del desahucio estaba prevista en mayo, pero la han suspendido hasta noviembre porque los inquiokupas alegaron que tenían otro juicio ese día

Los okupas argumentaron que tenían que asistir a otro juicio justo el mismo día que tenían la vista para desalojar la vivienda. El juzgado lo ha aceptado y ahora se tardará más de un año en desahuciarlos de la casa de David, el propietario.

La situación se ha vuelto aún más desesperada para el dueño de la vivienda, la única que tiene y que no puede usar porque los inquiokupas ni le pagan, ni se marchan. David, el propietario, está declarado persona vulnerable por sus bajos ingresos. Los inquiokupas no. Aun así, David, harto de vivir en el coche, va a alquilar una habitación en la que tendrá que invertir la totalidad de la ayuda económica que recibe.

«He tenido que comer de la basura»

«Tuve que denunciar con un abogado de oficio porque cobro 480 euros de ayuda y no puedo permitirme otro, la justicia va muy lenta y mientras he tenido que vivir en portales y en el coche y comer de la basura», explica el dueño del piso mientras sobrevive como puede.

Ahora, la decisión del juzgado va a empeorar la vida del dueño del piso mientras los inquiokupas disfrutan de su vivienda: «Mi situación precaria se va a alargar hasta que salga la sentencia, probablemente hasta junio del año que viene. Yo pido justicia, en este país no existe ni justicia, ni lógica».

El caso de David y sus inquiokupas

David había alquilado su casa a estos inquiokupas y se fue a vivir a otra más pequeña mientras intentaba pagar la hipoteca. La cosa salió mal, tuvo que dejar su casa de alquiler y volver a su vivienda de la que debe 93.000 euros de hipoteca.

Así que David habló con sus inquilinos. Fue en el mes de agosto de 2024, les devolvió la fianza y les concedió dos meses para que se fueran. Ellos aceptaron. David quería vender su casa, pagar su deuda y rehacer su vida en otra vivienda más barata.

«Me dijeron que no me ponga nervioso»

«Llega el día 1 de octubre, llega también el comprador de mi casa y cuando les vamos a ver a mi casa, me dicen que no se van, que ‘el banco te lo va a quitar, y no te van a pagar ni un duro, así que nos quedamos hasta que te quite tu casa el banco’ me dijeron», cuenta David.

El propietario interpuso la demanda de desahucio en el mes de noviembre de 2024,  fue pasando el tiempo y acudió a interesarse por el procedimiento judicial: «En el juzgado de Valls me dijeron que no me ponga nervioso».

Los inquiokupas intentaron chantajearle

David está harto de esperar y ahora ve cómo sus inquiokupas van a poder seguir viviendo en casa sin pagarle un duro durante un año más.

Los inquiokupas, además, le denunciaron por agresión justo antes de que se retrasara el juicio. El dueño de la vivienda y los inquiokupas se enfrentaron verbalmente, le denunciaron y luego intentaron chantajearle: «Ahora los okupas me dicen que no quieren problemas conmigo, y que retiran la denuncia contra mí si les hago un nuevo contrato de alquiler por 100 euros mensuales». David, por supuesto, no cedió al chantaje.

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