DESAPARECIDA EN VALLADOLID

La mentira del detenido en Traspinedo: “Vi a Esther con un hombre cuatro días después de desaparecer”

Esther López
desaparecida Valladolid
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

El único detenido hasta el momento por la desaparición de Esther López en Traspinedo, Valladolid, fue detenido por las flagrantes mentiras y contradicciones en las que incurrió desde que la mujer de 35 años se esfumara la madrugada del 12 de enero a apenas unos centenares de metros de su casa. OKDIARIO ha tenido acceso a lo que sucedió hace unos días en el juzgado de Valladolid hasta donde Ramón fue conducido tras pasar seis días detenido. La juez lo puso en libertad no sin antes preguntarle por la más grosera de las mentiras que dijo desde que desapareció Esther hasta que fue detenido. El Manitas aseguró a los investigadores antes de ser detenido que el día 16 de enero él vio a Esther en la zona en la que había desaparecido en compañía de otro hombre.

Buscar a una persona desaparecida de manera forzosa nunca es tarea fácil. En el manual aparece bien claro que las últimas personas que están con esa persona antes de esfumarse deben ser fundamentales para el trabajo policial, pero ¿qué sucede si esas personas no cuentan la verdad? A eso es a lo que se enfrenta la Guardia Civil de Valladolid desde el pasado 12 de enero en Traspinedo, y lo peor es que algunas piezas claves del caso, como el hasta ahora único detenido, han reconocido abiertamente haber mentido a los investigadores.

Cuando los agentes llegaron al cruce en el que Esther desaparece se fijan irremediablemente en el chalé de Ramón: 48 años, varios antecedentes graves y violentos y amigo de al menos una de las personas que salió de Traspinedo e el mismo coche en el que viajaba la desaparecida. “Hablé con Esther ayer mismo por teléfono”, les dijo Ramón a los guardias civiles que le preguntaron y que le sacaron de su error inmediatamente diciéndole que cómo podía ser eso si el móvil de Esther llevaba apagado desde la mañana de su desaparición. “Pues igual fue hace más tiempo, dos o tres días”. Un error lo tiene cualquiera, pero más de uno ya es sospechoso, y más si es tan grande como lo que relató después Ramón a los agentes.

El Manitas aseguró no sólo haber hablado con Esther, sino que dijo haberla visto el día 16 y ni más ni menos que acompañada de un hombre, del que poco más pudo decir. Eso que decía Ramón debió ocurrir cuatro días después de la desaparición de Esther, a la que ya buscaban por entonces todos los vecinos de Traspinedo y alrededores. Ramón mentía y ese fue uno de los motivos por los que la Guardia Civil, tras la visita de la UCO a Valladolid en labores de apoyo, acabó en los calabozos de donde sólo saldría para asistir a los registros de su casa y para ver a la juez.

¿Se lo inventó?

Por este asunto le pregunto expresamente la juez a la que fue conducido el pasado viernes día 27. “No sé por qué dije eso”. Así, tal cual, reconoció Ramón haberse inventado haber hablado y haber visto a la persona más buscada de Valladolid durante el último mes. No es de extrañar que pese a su libertad provisional Ramón tenga sus movimientos limitadísimos y conserve su condición de investigado porque lo que cuenta no es de fiar. Y no es el único.

El considerado segundo sospechoso desde hace unos días no es otro que O.S. el conductor que dejó a Esther en la carretera a altas horas de la madrugada. Este hombre ha declarado varias veces ante los investigadores y ahora OKDIARIO ha podido saber que varias de esas ocasiones estuvieron ocasionadas la confirmación policial de no haber escuchado datos ciertos de boca del que sin duda es el testigo más valioso de la investigación. Según Óscar la noche de los hechos fue esta: él, su amigo C. y Esther salen del bar El Castillo en Traspinedo a las 02:30 de la mañana. Dejan a su amigo y la chica y él continúan camino hasta que según él Esther se enfada y le obliga a detenerse en la más absoluta oscuridad para bajarse del coche y desaparecer.

Pues bien, fuentes del caso confirman a este periódico que los investigadores saben que el conductor, Esther y el otro acompañante fueron “a otro sitio” distinto al que ellos mencionan tras abandonar el bar del pueblo del que se van con Esther.

Tampoco ha sido totalmente sincero el tercer hombre de interés para la investigación. En teoría al que dejan en su casa Esther y el conductor del coche antes de seguir camino. Desde el primero momento se ha mostrado reticente con las versiones de Ramón y O.S. y lo ha hecho además en presencia de los propios investigadores. Asegura ser inocente de cualquier delito y es quien pone a los investigadores sobre la pista de Ramón y quien insiste en que no le cuadra lo que cuenta O.S. De hecho, él es quién revela que Ramón le ha dicho que ha hablado con Esther tras su desaparición, y ahí es donde se le ha cazado en la mayor de sus contradicciones: ¿cómo pudo decirle Ramón nada si C. asegura no haber vuelto a tener contacto ni con él ni con O.S. desde que desapareció Esther? Es más ¿Por qué no han vuelto a tener contacto?

Las pesquisas siguen en Traspinedo en dos vertientes: tratar de encontrar a Esther y mientras tanto o para ello separar verdades y mentiras de quienes más deberían ayudar a dar con su paradero.

Lo último en Sucesos

Últimas noticias