La Ana Julia Quezada de Elda

Los mensajes de la acusada de matar al hijo de su pareja en Elda: «El niño no me hace caso»

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Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

El 30 de agosto de 2017 se vivió una auténtica pesadilla en la localidad alicantina de Elda. Conforme el día se iba agotando en el pueblo se extendía una historia escalofriante: el asesinato de un niño. Unos desconocidos habían entrado en la casa de una pareja y tras propinarle una paliza a una mujer habían acabado con la vida de un pequeño de 8 años. Terrible, pero este resumen nada tenía que ver con lo que la víctima superviviente, la mujer, le estaba contando a los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía.

Alejandra, una mujer que rondaba los 30 años, mantenía una relación con Daniel. Ambos espantados de relaciones anteriores trataban de encauzar una nueva convivencia a la que cada uno aportaba un hijo. Ella a Enzo, un niño de 3 años; él a Dominique, de 8 años, afectado por un trastorno de espectro autista y al que Daniel y su ex pareja, Penélope, habían acogido de manera permanente. Dominique sólo pasaba los fines de semana con su padre. Entre él y su madre de acogida el niño estaba bien cuidado y estimulado. Poco a poco, además, se integraba en la nueva familia de su padre. Así que no era extraño que Daniel aquel día saliera de casa para hacer deporte dejando en la vivienda a los dos niños al cuidado de Alejandra. La joven, sorda, y este detalle será importante más adelante, no dio nunca indicios notables de malquerer a Domi. era impensable pensar en el asesinato del niño.

“Cuando salí de casa había dos hombres en el rellano. Iban totalmente vestidos de negro, de arriba abajo. Llevaban cascos de moto con viseras oscuras así que ni les vi los ojos. No vi ni un centímetro de su piel. Nos empujaron dentro de casa, nos tiraron al suelo. Vi como uno de ellos tumbó boca abajo a Domin y le apretaba con la rodilla para que no pudiera moverse. Domin debía estar gritando mucho porque yo también estaba tumbada en el suelo y notaba como vibraba en mi cara”.

El relato de Alejandra era simplemente aterrador. Dos desconocidos con el rostro permanentemente oculto con cascos de moto atacando a una joven y al hijo de su novio. Pero la pesadilla no había hecho más que empezar. Alejandra explicó que mientras a ella la inmovilizaban al niño se lo llevaron a una habitación contigua. Según ella hizo todo lo humanamente posible para resistirse, pero al final recibió un fuerte golpe en la cabeza y cayó inconsciente. Lo que contó Alejandra que vio al despertarse heló la sangre de los policías que la escuchaban. Según la joven, Dominique estaba en el suelo de uno de los dormitorios, con los pantalones bajados y con sus partes íntimas impregnadas en un aceite corporal que ella tenía en su baño. Tenía restos de baba en la boca. El dolor y la sinrazón de la escena vivida esa tarde recorrió primero todo Elda y más tarde el país entero. ¿Qué monstruos fueron capaces de atacar de esa manera a Alejandra y a Dominique? Desde este mismo lunes Alejandra se sienta en el banquillo de los acusados. Le piden Prisión Permanente Revisable por el asesinato de Dominique. Nueve meses tardó la Policía en demostrar que lo que les había contado era verdad. Y los indicios eran irrefutables para que fuera sospechosa del asesinato del niño.

Alejandra fue detenida nueves meses después del crimen.

La investigación demostró que Alejandra llevaba tiempo rumiando que Dominique sobraba en sus vidas. La joven no tenía paciencia con el niño y se empeñaba en inducir a pensar a su novio que él tampoco vivía con demasiada pasión su condición de padre de acogida. Parecía querer justificar que el niño era más una molestia que otra cosa. OKDIARIO ha tenido acceso a un informe policial que destaca una serie de wasaps que refuerzan estas sospechas. Alejandra le escribía a su madre mes y medio antes del asesinato del niño:

“¿El tema de Domi, es súper complicado! No soy yo si no Dani. Se agobia y no tiene paciencia. Me ha dado permiso para estar encima de él para que reaccione porque no tiene atención. Cuando no está él (Daniel, el padre) hace lo q quiere, a mí no me hace caso. Con el tiene mucho respecto. Como pasó ayer, Dani se fue a la carrera y nosotros más tarde. ¡De repente Enzo estaba conmigo vestido y lo tiró y se pego la cabeza y tenía un chichón en la cabeza … tela… puse una moneda de un euro y luego hielo, me asusté mucho!” (sic)

Sin embargo, los mensajes que son realmente delatores son los que Alejandra envió a su novio, al padre del niño. 21 de agosto. Quedan nueve días para el asesinato del niño. Daniel le escribe a Alejandra: “Yo veo que tú no le tienes cariño a Domi. Es mi sensación. No sé si me equivoco, pero no sé. Es como muy tú siempre con Enzo y yo siempre con Domi. No se te ve acercamiento». Tres días más tarde la pareja habla de la niña que Alejandra está esperando. Queda una semana para el crimen: “Cuando seas un verdadero padre. De tu sangre. Verás una dedicación más grande. Verás el amor más grande que hay”.

Cuando Alejandra se vio acorralada cambió de versión de los hechos. Habló de un atragantamiento accidental y de cómo se inventó el asalto por miedo a que la investigaran. Pero fue investigada. La Policía no tiene dudas: asesinó a Dominique para seguir con su vida sin el lastre que para ella suponía. Veremos qué dice el jurado.

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