El detective del seguro del bar incendiado de Carabanchel encontró un candado roto dentro del local

La investigación sobre el incendio de un bar en el barrio madrileño de Carabanchel el pasado 6 de septiembre no deja de arrojar datos sorprendentes. Alguno de ellos, pese a la tragedia que se llevó por delante la vida de Daniela, de 23 años y una de los presuntos autores del incendio, resulta cuando menos curioso. El detective contratado por una de las empresas de seguros para determinar las causas del incendio declaró ante la Policía de manera voluntaria para poner a disposición de los agentes una prueba importante encontrada entre los escombros del local incendiado, un candado cortado con una cizalla que protegía la ventana del local.

Emiliano S. R. compareció el 8 de septiembre en la comisaría de Carabanchel para declarar que «se persona como detective privado, con número de identificación profesional (…), que ha sido contratado por la aseguradora MAPFRE con el objeto de determinar las circunstancias del siniestro ocurrido en la calle Cuevas de Altamira 1» y que «quiere mostrar a esta instrucción un candado que se encuentra violentado al parecer con una cizalla, adjuntando al cuerpo de las presentes dos fotografías del candado (…)». Este hallazgo abre la posibilidad de que la muerta y el herido no entrasen utilizando unas llaves sino forzando la ventana. Por eso saltaron las alarmas del local aquella noche.

La aseguradora del local en realidad no es Mapfre sino Allianz Seguros que valoró los daños del local y la maquinaria en 57.476 euros. En total, los muebles y las máquinas costaban 19.726 euros según el contrato de arrendamiento, aparte de las griferías, suelos, techos, instalación eléctrica, etc…

Mapfre es la aseguradora de la arrendataria, Laura, que está imputada en la causa porque la Policía sospechaba que incendió el local para cobrar el seguro, pero en realidad el seguro de ella sólo paga la comida y las bebidas que podría tener dentro del bar, ya que el mobiliario y las máquinas son de la empresa arrendataria, una cantidad irrisoria que no justificaría el móvil económico en el incendio. Sin embargo, la familia de la fallecida, tanto la madre como el hermano y su pareja, apuntaba en sus declaraciones ante la Policía este móvil económico, e incluso comentaron en el grupo familiar de Whatsapp en varias ocasiones este asunto y la intención de Laura expresada a la fallecida de «quemar el bar para cobrar el seguro». De momento, ninguna de las dos aseguradoras se ha personado como acusación en la causa.

De momento, la Policía ha pedido ya el volcado de los teléfonos móviles de los sospechosos, Laura, Alberto y la fallecida Daniela, dos de la marca Xiaomi y un iPhone, aunque también se solicita que lo haga el grupo especializado de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, con mayores medios que el grupo de Investigación de Carabanchel. Esther, pareja sentimental de Daniela, ya aseguró en esos Whatsapps familiares desconocer la clave de desbloqueo del móvil de la fallecida «porque lo desbloqueaba con la cara», lo hizo cuando le preguntaron si conocía alguna fecha clave que pudiera usarse como código de desbloqueo. Se trata de encontrar en ellos algún mensaje o llamada que pueda arrojar algo de luz en este caso.