Declaran las víctimas de la masacre de la boda gitana: «El asesino fue a por su coche, aceleró y mató»
La venganza de 'El Portugués': atropelló a toda velocidad a los novios y los invitados de la boda
Fiscalía pide 226 años de prisión al acusado por 4 asesinatos y 9 tentativas


La masacre de la boda gitana de Torrejón de Ardoz (Madrid) que se saldó con cuatro muertos atropellados y nueve heridos muy graves en el año 2022 fue una venganza intencionada. Así lo ha declarado este martes en la Audiencia Provincial el primero de los testigos y padre del novio de la boda: «Oí el acelerón porque fue muy brusco. Se lleva a tres jóvenes por delante y cuando se aproxima donde estaba mi madre y mi hermano, ahí es donde realiza un acelerón fuerte. En absoluto oí un claxon o algo similar». El hermano y la madre de este testigo fueron dos de los fallecidos como consecuencia del atropello.
Durante esta jornada del juicio, Micael Da Silva, alias El Portugués ha escuchado a las víctimas de la boda y de su atropello múltiple relatar los hechos detrás de un biombo. El primero en declarar, el padre del novio, ha contado que el acusado realizó «un acelerón muy brusco» cuando se dirigió hacia las personas fallecidas y heridas y que no hizo ningún aviso «con el claxon» ni nada similar.
El relato comienza en el interior del banquete, donde el asesino se presentó con varios miembros de su familia pese a no estar invitados a la boda. Desde el principio, El Portugués comenzó a provocar a los asistentes, grabando el trasero de las mujeres y encarándose con los hombres.
Las víctimas echaron al acusado de la boda
En ese momento, según la versión del padre del novio le informaron de que había un altercado y acudió a intentar mediar: «Cuando me acerqué, vi que (el acusado) estaba alterado. Yo le dije que tenía que abandonar la boda y que el otro implicado en el altercado también se tenía que ir, pero él me dijo de malas formas y con un tono altivo y arrogante que no se iba». El testigo ha contado que además, el hijo de El Portugués le agredió a puñetazos dejándole sangrando.
El padre del novio también ha detallado al tribunal el momento de los crímenes: «Lo siguiente que recuerdo es que aparece el asesino, se acerca a la puerta del local, veo el coche aparecer y veo este trágico suceso cuando acelera y nos mata. Oí el acelerón porque fue brusco. Fue un horror ver a las personas», ha expresado el padre del novio sobre las víctimas de la boda, y ha añadido que, a continuación, todo aquello generó «horror, angustia y pánico».
El acusado dice que sólo quería huir
La letrada de la defensa, Paloma García, asegura que el acusado y sus familiares estaban intentado escapar de la boda porque escucharon disparos. «Mi cliente, mi defendido, estaba huyendo y hay pruebas que lo corroboran», afirma la abogada. Sin embargo, la Policía no halló en el escenario de los crímenes ni un sólo indicio de que se hubieran disparado armas de fuego.
Desde la acusación particular, el abogado Fernando Sáez de Bremond afirma que «la versión del acusado sobre que le intentaron agredir y que escapó con el coche para salvar su vida, no casa con absolutamente ninguna de las declaraciones de todos los testigos que allí se encontraban ni con los hechos que constan acreditados en las actuaciones».
Juan Manuel Medina, abogado de la familia del menor fallecido, explica que «hay informes periciales que lo corroboran, que hay ADN de esa persona en el parabrisas, en el cadáver de esa señora había restos de los cristales coincidentes con los cristales de la luna».
La segunda testigo en declarar ha sido la madre del novio, Carmen N. V., que fue una de las heridas la noche de la boda. «Cuando me atropellaron, no oí el coche ni nada, y tampoco recuerdo haber oído un claxon. A partir de ese momento, ya no me acuerdo de nada», ha explicado.
La madre del novio sufrió lesiones de fémur y de cadera y una perforación en el riñón, según ha informado en su declaración. Ella, que no conocía al acusado, se sorprendió de «las pintas y la vestidura» que tenía. «Este señor estaba grabando a las mujeres, pero no le di importancia porque estaba atenta a otras cosas de la boda», ha relatado.
También ha acudido a declarar, en tercer lugar, el hermano del novio de la boda, Casiano R. N., que también fue atropellado durante la noche del 22 de noviembre. «Escuché un ruido muy fuerte, como si fueran bombas, y de repente me pilló a mí también. No me dio tiempo a reaccionar», ha recordado.
La representante de la Fiscalía solicita una condena de 226 años de prisión por cuatro delitos de asesinato (25 años por cada uno de ellos) y nueve delitos de intento de asesinato (14 años por cada uno de ellos). Por su parte, todos los abogados de la acusación, excepto uno, piden prisión permanente revisable.