Archivan la causa contra el actor porno Nacho Vidal por el homicidio durante un ritual del sapo bufo

El Juzgado de Instrucción número 2 de Xàtiva (Valencia) ha archivado la causa contra el actor porno, Nacho Vidal, acusado del homicidio de un fotógrafo durante un ritual en el que le suministró el veneno del sapo bufo a la víctima. La juez cree que el fotógrafo murió por la mezcla de la cocaína que había consumido previamente a la ingesta del potente alucinógeno. Un consumo, el de cocaína, del que la víctima no había advertido a Nacho Vidal que ejercía de director del ritual. Los hechos tuvieron lugar en 2019 y un año después, la Guardia Civil detuvo a Nacho Vidal acusándole de la muerte y la falta de auxilio al fallecido, José Luis Abad.

Desde entonces Nacho Vidal, cuyo nombre auténtico es Ignacio Jordá, ha estado procesado hasta este ocho de mayo de 2023 en que el juzgado ha emitido un auto sobreseyendo provisionalmente el caso.

El desencadenante de la decisión judicial se encuentra en los tres últimos informe forenses de marzo de 2023, en los que los especialistas confirman que la mezcla del veneno extraído del sapo que le facilitó Vidal y la cocaína que había ingerido previamente la víctima, tuvieron un resultado fatal sobre el fallecido. Según la forense: «Se produjo una reacción adversa a ambas sustancias…Encontrándose restos de cocaína en los análisis del Sr. Abad, que señalan que éste tuvo un consumo de dicha sustancia entre uno y cuatro días antes de la muerte y el mismo día en que ésta se produjo».

De esta forma, la juez concluye que no hay indicios suficientes que demuestren la participación de Nacho Vidal en la muerte del fotógrafo. La víctima, recuerda la juez, «se sometió voluntariamente a la ceremonia» y acudió al ritual habiendo consumido previamente cocaína, sin advertírselo al propio Nacho Vidal.

A lo largo de la instrucción del caso, Vidal declaró que desconocía este consumo de esta droga ya que, en caso de saberlo, no habría accedido a darle a fumar a la víctima a el veneno del sapo bufo.

El ritual tuvo lugar en las caballerizas de la casa de Vidal en la localidad de Enguera, entre cojines, campanas y cuencos tibetanos. Allí la víctima acudió para inhalar los vapores producidos por la combustión de la sustancia, a través de la pipeta que tenía en la boca, bajo la dirección y supervisión de Vidal. La Guardia Civil siempre tuvo a su disposición la grabación de la secuencia, y la familia de la víctima ha insistido en que Vidal y sus acompañantes en el ritual no actuaron con la suficiente diligencia para intentar salvar la vida de la víctima.

La decisión de la magistrada no es firme y admite recurso, pero despeja el futuro del actor porno que se enfrentaba a una condena de hasta cuatro años de cárcel.