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De triunfar en ‘Verano Azul’ a trabajar en un hospital: así es la nueva vida de una de las protagonistas

'Verano Azul' es una de las series más famosas de la pequeña pantalla

Cristina Torres ha cambiado mucho desde que acabó la famosa ficción

En su momento dio vida a Desi, un personaje muy importante

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'Verano Azul', serie 'Verano Azul',
Actores de la serie 'Verano Azul'. (Foto: Gtres)

Pocas producciones televisivas han marcado tan profundamente el imaginario colectivo de un país como lo hizo Verano Azul. Estrenada a comienzos de los años ochenta, esta serie de TVE congregó a audiencias récord en su momento y se convirtió en una piedra angular de la cultura pop. A más de cuatro décadas de su último episodio, los personajes de aquel verano ficticio siguen presentes en la memoria de millones de espectadores.

Entre los miembros del joven reparto que cautivó a la audiencia, Cristina Torres, quien dio vida a Desi, ha sido una de las figuras que más curiosidad ha despertado con el paso del tiempo. Su trayectoria, lejos de haber seguido el camino habitual del estrellato infantil, dio un giro inesperado que pocos podrían haber anticipado. Actualmente, Cristina ha dejado atrás los focos y se dedica por completo a una profesión muy distinta, pero igual de vocacional: la sanidad.

Nacida en Madrid en 1963, la protagonista de nuestra noticia comenzó a relacionarse con el mundo de la interpretación cuando apenas era una niña. Su debut en el cine llegó con tan solo 13 años, en la inquietante película ¿Quién puede matar a un niño?, dirigida por el maestro del suspense Narciso Ibáñez Serrador. Aquella aparición fue el primer paso de una carrera temprana que la llevaría a intervenir en otros proyectos relevantes como Las truchas, de José Luis García Sánchez, y más adelante en las series Escrito en América y Fortunata y Jacinta.

La gran oportunidad de Cristina Torres

Fue en 1981 cuando su rostro se convirtió en el mundo de la interpretación. Antonio Mercero la eligió para encarnar a Desi, una adolescente sensible y algo tímida que formaba parte del grupo de amigos de Verano Azul. Su personaje se diferenciaba del resto por su carácter introspectivo y por ser hija de padres separados, algo poco común para una ficción televisiva de aquella época.

Cristina Torres con los actores de ‘Verano Azul’. (Foto: Gtres)

Lo que muchos no sabían entonces es que Cristina compartía plató con su propia hermana, Pilar Torres, quien interpretaba a Bea, considerada «la guapa» del grupo. Aunque en la ficción no eran familia, en la vida real crecieron juntas y compartieron tanto escenas como momentos fuera de cámara, dando a la serie un componente emocional aún más auténtico.

El éxito masivo de Verano Azul convirtió a Cristina en una cara popular en todo el país. Sin embargo, su carrera como actriz no se prolongó durante demasiados años. Tras la emisión de la serie, participó en algunas producciones más, entre ellas la película Hundra, una cinta de fantasía que pasó sin pena ni gloria, y ¡A tope!, un intento de capturar la esencia de la efervescente Movida Madrileña a través del cine.

La nueva vida de la actriz

La presencia de Cristina Torres en pantalla fue constante durante su adolescencia, pero comenzó a sentir que su sitio estaba en otro lugar. Poco a poco, su implicación en el mundo del espectáculo fue disminuyendo, hasta tomar la decisión de alejarse definitivamente de los rodajes.

Su vida tomó un rumbo radicalmente distinto. Decidió reconducir su camino profesional y formarse en el ámbito sanitario, un giro que transformó por completo su día a día. Años más tarde, su labor no se desarrollaría en un plató de televisión, sino en un entorno muy distinto: el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, donde ha trabajado como auxiliar de enfermería.

En una sociedad donde muchas veces se espera que quienes alcanzan la fama se mantengan bajo el foco público, la historia de Cristina Torres es un ejemplo de cómo la realización personal puede encontrarse lejos de los aplausos. Su decisión de dedicarse a la sanidad no solo respondió a una necesidad vital, sino también a un profundo deseo de ayudar a los demás desde una posición más tangible y humana.

La vida privada de Cristina Torres

Curiosamente, su hermana Pilar, también alejada de la interpretación, ha trabajado junto a ella en el mismo centro hospitalario. Ambas han encontrado en ese espacio una rutina alejada del bullicio mediático, donde la discreción y el trabajo silencioso priman por encima de cualquier reconocimiento público.
A pesar de que abandonó los escenarios hace décadas, Cristina nunca ha renegado de su pasado como actriz. De hecho, ha participado en varias ocasiones en reencuentros del reparto de Verano Azul, tanto en programas de televisión como en homenajes a la serie. En cada aparición, ha demostrado una mezcla de gratitud y nostalgia por aquella etapa que tanto marcó su adolescencia.

En lo que respecta a su vida íntima, Cristina Torres ha mantenido un perfil bajo, muy en línea con su actitud desde que dejó el mundo artístico. Se sabe que ha pasado por dos matrimonios. En el primero, tuvo una hija que actualmente ya es adulta, fruto de una etapa de su vida que ella ha preferido mantener fuera del escrutinio público. Más adelante, tras una separación, volvió a casarse, encontrando nuevamente la estabilidad emocional. Poco se ha filtrado sobre su día a día más allá de estas pinceladas. Lo que sí está claro es que Cristina ha optado por una vida centrada en lo cotidiano, alejada de las redes sociales, las entrevistas y los focos.

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