Trabajar en el infierno: piden 37 años a una mujer que abusaba sexualmente de sus empleadas domésticas
Una mujer de Vigo, Galicia, se enfrenta a una pena de prisión de 37 por presuntamente abusar sexualmente de varias chicas latinoamericanas, en situación vulnerable, a las que contrató como empleadas del hogar. Las víctimas entraron en el mismísimo infierno cuando, el primer día, la acusada y su marido (ahora fallecido) las obligaban a pasar un ‘test médico’, que les hacía el hombre, y que consistía en tocamientos y en introducir un hisopo por la vagina y el ano. Además de los abusos sexuales, la mujer deberá responder por otros siete delitos.
De las ocho víctimas de abusos sexuales, seis salieron corriendo de la casa y decidieron no volver. Pero otras dos mujeres sí sufrieron un abuso sin precedentes por parte de esta pareja. La primera estuvo solo 24 horas, aunque en ese tiempo fue obligada a trabajar sólo vestida con un tanga y el sujetador.
Para conseguir que la mujer fuera prácticamente desnuda por la casa, el matrimonio le dijo a la víctima que formaban parte de una red de narcotraficantes, y que si no hacía lo que le decían, o si los denunciaba le harían daño tanto a ella como a su familia. Aseguraban tener cámaras de seguridad que grababan a su empleada. Fue solo un día, pero en ese tiempo llegó a ser incluso golpeada y obligada a ducharse con la puerta abierta mientras los sádicos observaban desde el quicio.
El miedo de la mujer era tan atroz, que sólo cuando salió de la casa con la ahora procesada para acompañarla de dejar a la hija del matrimonio, de seis años, en el colegio, se atrevió durante un descuido de su captora a escapar.
Ocho días de horror
El segundo caso es todavía más angustioso si cabe, pues otra mujer tuvo que soportar las torturas, los abusos sexuales y vejaciones durante ocho días. En este caso fue una mujer de origen colombiano, a la que, como al resto, amenazaron e intimidaron sin piedad. Igual que la víctima anterior, la mujer fue obligada a trabajar semidesnuda, a ducharse frente a sus captores y ha realizarse las ‘exploraciones médicas’ en la que era abusada sexualmente. Así estuvo la mujer hasta que, finalmente, pudo ser rescatada por la Policía Nacional.
Delitos y penas
Por estos hechos, la Fiscalía considera a la acusada cooperadora necesaria en cinco delitos de abusos sexuales con introducción de objeto, con engaño, abuso de superioridad y abuso de situación de necesidad. Asimismo, estima que es autora de un delito de agresión sexual con intimidación, y un delito de detención ilegal; así como de un delito de trata de seres humanos con engaño, con fines de servidumbre y explotación laboral, en concurso con un delito de detención ilegal y uno de agresión sexual; y de un delito de maltrato de obra. A ellos se suman varios delitos contra los derechos de los trabajadores.
En atención a estas acusaciones, el Ministerio Público reclama que se le impongan penas que suman 37 años de cárcel, así como la prohibición de acercarse a las víctimas. Además, en el caso de las mujeres abusadas sexualmente, reclama que las indemnice en 5.000 euros a cada una; mientras que en el caso de las dos víctimas que llegaron a trabajar para el matrimonio, pide indemnización de 6.000 euros para cada una.
El marido de la acusada no podrá ser juzgado, pues ha quedado extinguida la responsabilidad penal al haber fallecido. El hombre fue arrestado por lo ocurrido junto a su mujer, pero cuando se estaba realizando el registro de su domicilio en presencia de la comisión judicial aprovechó un momento de descuido y, pese a estar esposado, se abalanzó contra la ventana de la cocina, fracturando el cristal y precipitándose al vacío desde el noveno piso.