Polémica subasta de un reloj de oro que fue propiedad de Adolf Hitler por más de un millón de euros

Hitler
Un reloj de oro que perteneció a Adolf Hitler.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Un reloj de pulsera de oro que perteneció al dictador alemán Adolf Hitler ha sido subastado por casi 1 millón de libras (1,07 millones de euros) a pesar de las críticas de dirigentes judíos.

El reloj, ricamente decorado con la esvástica y el águila símbolos de la Alemania nazi, lleva además grabadas las iniciales A.H. correspondientes al dictador y ha sido adquirida por un comprador cuya identidad no ha trascendido.

La casa de subastas estadounidense Alexander Historical Auctions ha defendido la venta y la necesidad de preservar la historia. Según la propia hoja de la subasta, el reloj fue regalado a Hitler por su cumpleaños en 1933, el año en el que fue nombrado canciller alemán en medio de una tumultuosa crisis política.

El reloj fue tomado como «botín de guerra» cuando una treintena de militares franceses tomaron la casa de retiro de Hitler en Berghof, en las montañas de Baviera. Después fue revendido y estuvo en una misma familia durante varias generaciones.

En el mismo lote se vendía un papel higiénico de la Wehrmacht o Ejército alemán, cubertería y vasos de champán pertenecientes a dirigentes nazis y objetos de la pareja de Hitler, Eva Braun, incluido un collar de perro de su terrier ricamente decorado con esvásticas.

Un total de 34 dirigentes judíos han firmado una carta pública criticando la subasta, que han calificado de «abominable».

«Esta subasta ayuda inconscientemente o no a quienes idealizan lo que significó el partido nazi y ofrece a los compradores la oportunidad de agasajar a un invitado o a un ser querido con un objeto que perteneció a un asesino genocida o a sus seguidores», ha apuntado el presidente de la Asociación Judía Europea, el rabino Menachem Margolin, citado por la cadena Sky News.

«Es evidente que se deben aprender las lecciones de la historia, pero los objetos nazis deben estar en un museo (…) y no venderse al mejor postor utilizando los recuerdos, el sufrimiento y el dolor para obtener beneficios», ha añadido.

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