Miguel Bosé desaparece misteriosamente de las redes sociales tras la polémica de las mascarillas

Miguel Bosé se ha convertido en incómodo protagonista de la actualidad, pero esta vez no por su música sino por sus polémicas afirmaciones de tinte negacionista sobre la pandemia del coronavirus. La consecuencia ha sido su misteriosa desaparición de las redes sociales, concretamente de Twitter e Instagram, donde sus cuentas ya son historias. Al menos de momento.

“Esta cuenta no existe”; “esta página no está disponible”; “Este contenido no está disponible en este momento”. Estos son los mensajes aparecen ahora en sus cuentas de Twitter, Instagram y Facebook.

En las últimas semanas, Bosé ha sido ‘castigado’ por los administradores de las redes por difundir mensajes negacionistas o hacerse eco de las teorías pseudocientíficas que circulan en torno al coronavirus. Pero su desaparición desde este fin de semana no se sabe aún a qué se debe, si es por propia iniciativa o ha sido directamente censurado.

De su capacidad  de influencia, desde luego, no se puede dudar: Más de tres millones de seguidores en Twitter, dos millones y medio en Facebook y 900.000 en Instagram.  Su poder  de convocatoria es más que evidente como quedó claro cuando apoyó la manifestación negacionista recientemente celebrada en Madrid. Él no acudió pero sus mensajes de apoyos en los días previos se convirtieron en un poderoso reclamo del que se hicieron eco todos los medios de comunicación.

Su guerra particular contra los gestores de las redes sociales tuvo su último episodio conocido el pasado jueves, cuando Facebook e Instagram insertar un mensaje de advertencia en los vídeos que Miguel Bosé subió a sus cuentas.

Avisos que calificaban su contenido de potencialmente falso :“La información que contiene esta publicación es una mezcla de afirmaciones verdaderas y falsas o bien podría ser engañosa y estar incompleta”.

Anteriormente, su cuenta de Twitter fue suspendida durante una semana tras su apoyo a la polémica manifestación del 16 de agosto.

“Me han castigado. He sido un niño malo, entonces por una semana no tengo una de las tres redes”. Esta fue la única explicación que se pudo conseguir del artista, totalmente reacio a responder a los requerimientos de los medios de comunicación.

Bosé, de 64 años, ha mostrado en los últimos meses una faceta desconocida por sus seguidores y por cualquiera que conozca su trayectoria al posicionarse como defensor de los antivacunas y de diversas teorías de la conspiración. Una imagen extraña y una voz casi gutural han desatado todo tipo de opiniones sobre la situación personal en la que se encuentra el cantante.