Curva del plátano, gallinas ociosas, viajes en el tiempo… todo se regula en el siglo XXI

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La sociedad actual sufre un exceso de regulación sin precedentes en la Historia. Los distintos niveles de Administración pugnan por ver quien es el que más leyes aprueba, dejando cada vez menos margen de actuación a los ciudadanos. Con la llegada de la Unión Europea (UE) el mastodonte burocrático ha multiplicado exponencialmente las normas, hasta el punto de que muchas de ellas son tan absurdas que es muy difícil creer en su existencia. Lo mismo sucede en otros continentes. Repasemos algunas de las más increíbles.

La regulación del mercado agrícola ha provocado escenas kafkianas en Europa, como la plantación de olivos de cartón piedra en Italia para cobrar los subsidios que se repartían por superficie cultivada. Los inspectores veían las fotografías aéreas de los árboles y pensaban que eran de verdad. Llegaron incluso a crear empresas que se dedicaban a fabricarlos. Aunque la ley más extraña es aquella que determina el tamaño y curvatura que debe tener un plátano para ser un plátano.

La curvatura del plátano… y del pepino

La norma establece los “requisitos mínimos” que debe tener este tipo de fruta para ser vendida. El “tamaño mínimo permitido” es de 14 centímetros de longitud “medido a lo largo de la parte convexa desde el punto de inserción del pedúnculo en la corona hasta el ápice”, con un diámetro de 27 milímetros. No deben tener “curvaturas anormales” y deben ser puestos a la venta en racimos de, al menos, tres unidades. Así que ya saben, si encuentran un ejemplar que no responda a estas características, pueden denunciar a su tendero habitual. Lo mismo en el caso de los pepinos y otras frutas y hortalizas.

Semillas ilegales y gallinas ociosas

Otras de las regulaciones liberticidas es la que regula el mercado de las semillas. En mayo de 2013, Bruselas aprobó una Ley que prohíbe “cultivar y comerciar” con cualquier semilla “que no haya sido probada, autorizada y aceptada” por las autoridades comunitarias a través de una nueva agencia pública. Es decir, que la UE decide lo que puede plantar cada uno en su campo, lo que supone un control total sobre el suministro agrícola.

A los burócratas les preocupa mucho el bienestar de las aves y, por eso, hay una ley dedicada a la “protección de las gallinas ponedoras”.  Se regula el tamaño de las jaulas, el tipo de suelo y su inclinación, la longitud del comedero y del bebedero y la equipación de “dispositivos adecuados de recorte de uñas”. Y, para que estén cómodas, las gallinas deben tener sistemas para “desplazarse libremente o acceder a espacios exteriores”. En definitiva, deben poder dar una vuelta de vez en cuando para despejarse de tanto trabajo.

En el Norte de Europa ha dos países que también tienen regulaciones absurdas. En Dinamarca, por ejemplo, está prohibido poner en marcha el coche si hay alguien debajo; y en Noruega las bebidas que tengan una graduación superior al 4,75% no pueden venderse en época de elecciones, ya que nublan la mente de los votantes (como si no estuviera nublada ya, ¿no creen?).

Huevos Kinder y mujeres en paracaídas

Pocos ciudadanos saben que los huevos de chocolate Kinder Sorpresa están prohibidos en EEUU. Una ley de la agencia alimentaria norteamericana (FDA) que está en vigor desde 1938 prohibe la comercialización de alimentos que tengan “un objeto no nutritivo, parcialmente o totalmente integrado”. Además, añade que es ilegal vender “cualquier dulce que contenga un juguete” en su interior.

Esta norma fue reformada en 2012 pero, en lugar de abolir la prohibición, la mantuvo añadiendo que este tipo de productos “suponen un riesgo para la salud pública”. En Europa, como saben, las autoridades permiten la venta de estas golosinas, así que pueden estar tranquilos los fans del Kinder Sorpresa.

Estados Unidos se lleva la palma en cuanto a regulaciones absurdas. En Florida está prohibido que las mujeres solteras salten en paracaídas los domingos, una norma de la que avisan los portales de viajes por si a alguna señora se le ocurre semejante aventura. Los ciudadanos de Florida tienen una larga lista de prohibiciones, cada cual más increíble. Y en Oklahoma no se quedan cortos: no está permitido irse a la cama con las botas puestas.

¡Ah! Y si ustedes deciden ir a Washington no olviden avisar si pretenden cometer algún delito. “Es obligatorio que todos aquellos motoristas que tengan intenciones criminales se detengan en los límites de la ciudad y avisen al jefe de policía de que van a entrar”, dice la Ley.

Viajes en el tiempo y peinados ilegales

En los regímenes dictatoriales el control de la población llega a su máxima expresión. Las prohibiciones tradicionales afectan a la libertad de expresión, a la libertad de opinión, al derecho a la información y a la actividad política del individuo, pero en ocasiones se regulan cosas que no siquiera existen. Es el caso de China, donde se prohíben los viajes en el tiempo. Las autoridades están muy preocupadas por el efecto que tienen las películas en las que se trata está temática y han decidido crear una norma para acabar con este tipo de contenidos.

El régimen comunista considera que viajar al pasado y reescribir la historia “va en contra del patrimonio chino”, así que los chinos que no hayan visto todavía la taquillera película de Regreso al futuro tendrán que aguantarse, o adquirirla en el mercado negro y arriesgarse a la multa (o pena de cárcel) correspondiente.

En Irán, otra dictadura, están prohibidos los “peinados occidentales decadentes” porque son “obra del diablo” y “fomentan la homosexualidad”. En virtud de esa Ley, el Gobierno ha entregado a los peluqueros un listado de cortes de pelo autorizados, prohibiendo expresamente la depilación de las cejas en el caso de los hombres y el uso de gel fijador. La policía detiene a todo aquel que incumple la norma. El objetivo es que todos los ciudadanos parezcan iguales, tal como ocurre en Corea del Norte.

Prohibido el dominó.. pero se pueden lanzar cohetes

España no se queda atrás en lo que a normas extrañas se refiere. En Sevilla han aprobado una ordenanza municipal que prohíbe el dominó y los dados en los bares, así como mover barriles de cerveza dentro del local. La excusa oficial es que se pretende limitar el ruido, un argumento peregrino cuando se comprueba que hay otra norma que permite lanzar cohetes a las hermandades rocieras cuando les venga en gana.

En cuanto a las leyes en las playas, en algunos municipios se ha llegado a prohibir hacer castillos de arena, llevar carritos de bebé, bañarse niños sin ir de la mano de sus padres, poner sombrillas antes de las 8 de la mañana, jugar a las palas o ir sin camiseta por el paseo marítimo. Lo único que falta es ir acompañado de un funcionario para que nos indique como ponernos la crema. Por su parte, en Villanueva de la Torre (Guadalajara) está prohibido tener una fregona en la terraza de casa y se multa a los niños por jugar en la calle.

No podemos concluir sin mencionar algunos de los fakes más populares que aparecen en los listados de Internet sobre leyes absurdas. En Francia no hay ninguna ley que impida llamar a un cerdo Napoleón y tampoco existe regulación alguna que prohíba morir en el Parlamento británico. Las que les hemos expuesto aquí son reales, así que ya pueden difundirlo para que todo el mundo conozca el mundo loco en el que vivimos.

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