La cumbre antipederastia en el Vaticano defiende que «también hay una Iglesia que protege a los niños»
El prefecto del Dicasterio vaticano para la Comunicación, Paolo Ruffini, ha defendido que "también existe una Iglesia que protege a los niños", durante el briefing informativo que ha tenido lugar tras las ponencias de la mañana de la segunda jornada de la cumbre para atajar los abusos en el seno de la Iglesia y que concluirá el domingo en el Vaticano.
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«En la plenaria se ha hablado de la toma de conciencia de los procedimientos que hay instalados en la Iglesia para hacer frente a los casos de abusos y que, en algunos países, ha hecho disminuir el número de casos: hay una Iglesia que protege a los niños», ha señalado ante la prensa el prefecto del Dicasterio vaticano para la Comunicación.
Ruffini, que antes era el director de Tv2000, la televisión de la Conferencia Episcopal italiana, ha destacado que los trabajos de esta jornada se han centrado en la necesidad de que los obispos sean conscientes de que no pueden decir «esto no me concierne». «Un obispo puede afrontar todo solo», ha añadido.Además, ha puesto el foco en la importancia de que se dé garantías «a los procesos justos» y ha deseado que «este encuentro sea el punto de partida para una verdadero cambio cultural de conversión y purificación en la Iglesia».
Por su parte el ex portavoz del Vaticano y uno de los organizadores del encuentro antipederastia, Federico Lombardi, ha comentado que el ambiente entre los 190 participantes, entre jefes de Conferencias Episcopales, Superiores de órdenes y congregaciones y expertos, es muy distendido.
«No siento tensiones en el aula. Solo un gran deseo de reflexionar juntos y con gratitud al Papa por el acompañamiento», ha sentenciado. A este respecto, ha explicado que las propuestas del pontífice para atajar la lacra de los abusos han sido recibidas «de buen gusto y con gratitud por parte de todos los participantes». «Lo han tomado como un estímulo para la reflexión y para ayudar en el camino de todos hacia la concreción», ha dicho Lombardi.
Por su parte, el arzobispo de Chicago, el cardenal Blaise Cupich, uno de los aliados del Papa en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia de Estados Unidos, ha asegurado que si están reunidos en el Vaticano es «gracias al coraje de las víctimas». «Tenemos que proponernos que todos tengan voz. Hay aspectos estratégicos y tácticos y queremos resultados concretos».
Asimismo, el cardenal de Boston, Sean Patrick O’Malley, una de las figuras más importantes contra la pederastia, que está al frente de la Pontificia Comisión para la tutela de menores del Vaticano, ha dicho que «no hay nada más urgente para la Iglesia que la tarea de precisar el modo de afrontar la protección de menores y gestionar el sufrimiento y la traición infringida a niños y adultos».
«El Santo Padre sabe que en diversas partes del mundo las respuestas al abuso sexual y la ayuda a las víctimas varían según el país. Esta cumbre debe indicar un plan de acción común. Por eso es tan importante la colegialidad», ha concluido.