Comienza el desescombrado del edificio siniestrado y vuelven a sus casas vecinos de un bloque afectado
El desescombrado de la cubierta del edificio que explotó este miércoles en el número 98 de la calle Puerta de Toledo ha comenzado esta tarde y los vecinos del bloque 106 han vuelto ya a sus casas tras revisarse el estado de sus viviendas.
Según han explicado a Europa Press fuentes del Ayuntamiento de Madrid, esta cubierta estaba «llena de cascotes y escombros», por lo que es necesario quitar el peso por «riesgo de colapso».
Así, se ha hecho mediante dos grúas, en una de ellas subían los operarios en una cesta e iban retirando cascotes que depositaban en la otra. Mañana se continuará con estas labores, tras irse los técnicos al no poder trabajar de noche, hasta poder llegar a los forjados. Además, se ha desescombrado también la cubierta de la residencia.
Por su parte, agentes de los Medios Aéreos de la Policía Nacional han estado este jueves desde primera hora en la zona del edificio que explotó ayer en la calle Toledo de Madrid utilizando pequeños drones para filmar el estado de las plantas más afectadas.
El objetivo es conocer si se puede acceder al edificio en condiciones de seguridad y cuando puedan los agentes realizarán una inspección ocultar pasando unos días.
Las imágenes servirán de apoyo a la Policía Científica para recabar pruebas para determinar las causas de la deflagración. Se ha abierto un atestado al respecto, y los agentes han tomado ya declaración a algunos testigos, que lleva la comisaría de Centro, han indicado a Europa Press fuentes policiales.
Arreglando un radiador en el sótano
Por otra parte, hoy se ha conocido que el electricista fallecido en la explosión de ayer miércoles en la calle Toledo de Madrid estaba arreglando un radiador situado en el sótano, donde también estaba la caldera, ha indicado uno de los sacerdotes que vive en ese inmueble y que ya ha prestado declaración a la Policía, han informado a EP fuentes oficiales.
La investigación la lleva el Grupo Judicial de la comisaría de la Policía Nacional de Centro, que ya ha interrogado a diez personas. Según ha explicado este religioso a los agentes, se habían quedado sin calefacción hace días y no pudieron celebrar una reunión por el frío que hacía.
Por ello contactaron con David, el laico amigo de la congregación para que revisara qué ocurría. Posiblemente fruto de las heladas de la última semana la caldera se habría averiado y comenzaría a emanar gas. Sea como fuere, la primera explosión se produjo en la caldera y luego otra mayor más arriba, que correspondería al gas natural que se habría filtrado a otras partes del edificio.
Según fuentes regionales, la caldera había pasado la correspondiente revisión por parte de la empresa instaladora subcontrata de Naturgy en enero de 2020, por lo que estaba en regla en cuenta a revisiones, ya que se tienen que hacer cada tres años.