Ana Julia dice que se quería suicidar con medicamentos cuando la detuvieron

La autora material confesa de la muerte de Gabriel quería quitarse la vida por "no aguantar más la presión", según ha relatado.

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Ana Julia dice que se quería suicidar con medicamentos cuando la detuvieron
Ana Julia Quezada, este lunes, durante el juicio en la Audiencia de Almería. Foto: Joan Guirado
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Enviado especial a Almería
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La única acusada por la muerte de Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada, ha confesado este martes ante la Audiencia Provincial de Almería que, cuando fue detenida, tenía la intención de suicidarse. La dominicana ha relatado que «quería dejar el cuerpo del niño en el garaje, dejar comida suficiente y la puerta de la terraza abierta a mi perra, escribir una carta a mi hija Judit y otra a Ángel, coger todos las medicinas que tenía y estirarme en el sofá».

Según la autora material confesa por la muerte de Gabriel, quería quitarse la vida de esta forma por «no aguantar más la presión». Ana Julia ha explicado ante el tribunal que «quería que me atraparan» porque según su relato «no podía guardar más ese secreto». Ha explicado que, durante los doce días de búsqueda, llevó a varios familiares a la finca de Rodalquilar donde estaba enterrado el pequeño para intentar confesarles lo ocurrido.

Al no conseguirlo, y ante la presión de saber que la Guardia Civil pensaba en registrar la finca familiar, decidió aprovechar un momento en el que el padre del niño y pareja sentimental de la acusada y la madre daban una rueda de prensa para ir a Rodalquilar, desenterrar el cuerpo y dirigirse hasta su domicilio en Vícar, no antes sin conducir sin rumbo alguno por varios puntos de la provincia de Almería.

En ese momento ya le seguían varios efectivos de la policía secreta de la Guardia Civil. Seguían sus pasos muy cerca, le habían instalado micrófonos en su vehículo, y cualquier error de la acusada podía permitir su detención. Fue antes de entrar en el garaje donde pretendía esconder el cuerpo sin vida de Gabriel, cuando varios efectivos procedieron a su detención. Entonces declaró: «no he sido yo, yo he cogido el coche esta mañana».

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