ADN de hace 10.000 años da cuenta de las primeras cabras domesticadas

La cabra enana
Animales curiosos: la cabra enana

Una nueva investigación ha revelado la composición genética de los primeros rebaños de cabras. Los hallazgos, a partir del ADN extraído de los restos de 32 cabras que murieron hace unos 10.000 años en los montes Zagros, en el oeste de Irán, proporcionan pistas sobre cómo las primeras prácticas agrícolas moldearon la evolución de estos animales, según publican los investigadores en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Las pruebas arqueológicas han señalado anteriormente que los montes Zagros son los primeros indicios del manejo de cabras por parte de los seres humanos. Aquí, en el yacimiento de Ganj Dareh, los restos óseos indican el sacrificio deliberado de los machos cabríos una vez que estaban completamente desarrollados.

En cambio, a las cabras hembras se les permitía llegar a edades más avanzadas, lo que significa que los primeros cuidadores de cabras maximizaban el número de hembras reproductoras, de forma similar a los pastores de la zona en la actualidad.

La estrecha relación entre estos primeros pastores y las cabras puede verse en los mismos cimientos del asentamiento, con varios ladrillos que llevan la huella de pezuñas de cabra hendidas. Sin embargo, sus cabras se parecían al bezoar salvaje, con un cuerpo de mayor tamaño y una forma de cuerno de cimitarra.

El estudio ha contado con la colaboración internacional de investigadores del Trinity College de Dublín (Irlanda), la Smithsonian Institution, en Estados Unidos; la Universidad de Copenhague (Dinamarca); el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) y el Muséum national d’Histoire naturelle (MNHN) de Francia, y el Museo Nacional de Irán.

El doctor Kevin G. Daly, investigador de la Escuela de Genética y Microbiología de Trinity y primer autor del artículo, ha destacado que el estudio «muestra cómo la arqueología y la genética pueden abordar cuestiones muy importantes basándose en ideas y resultados de ambos campos».

«Nuestros resultados genéticos apuntan a que la región de los Zagros es una de las principales fuentes de ascendencia de las cabras domésticas y que las cabras pastoreadas, morfológicamente salvajes, estaban genéticamente en el camino de la domesticación hace unos 10.200 años», añade.

Los análisis genéticos permitieron a los investigadores determinar que las antiguas cabras se encontraban en la base del linaje de las cabras domésticas, lo que sugiere que estaban estrechamente relacionadas con los animales reclutados por primera vez durante la domesticación.

Sin embargo, un hallazgo sorprendente fue el descubrimiento de un pequeño número de cabras de las 32 cuyo genoma se parecía más al de sus parientes salvajes: la cabra montés. Esto sugiere claramente que estos primeros pastores de cabras siguieron cazando cabras de rebaños salvajes.

El doctor Daly añade que «esta primera cría de ganado moldeó los genomas de las cabras. Se observaron signos de reducción de la diversidad del cromosoma Y: se permitió la reproducción de menos machos, lo que provocó una mayor tendencia al apareamiento entre parientes».

«Sorprendentemente –prosigue–, la cabra de los Zagros parecía no haber sufrido un cuello de botella poblacional que suele asociarse a la domesticación y carecía de las fuertes señales de selección que se encuentran en las cabras domésticas posteriores».

Por su parte, Dan Bradley, catedrático de Genética de Poblaciones del Trinity, explica que «el ADN antiguo sigue permitiéndonos sondear las profundidades de la prehistoria antigua y examinar los orígenes de los primeros rebaños de ganado del mundo. Hace más de 10.000 años, los primeros ganaderos practicaban la ganadería con un legado genético que continúa en la actualidad», resume.

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