El fiscal pide 22 años y 10 meses de prisión para los acusados por la violación de Sanfermines
El Ministerio Fiscal ha solicitado un total de 22 años y 10 meses de prisión para cada uno de los cinco acusados por la presunta violación grupal ocurrida los pasados Sanfermines, según recoge en su escrito de calificación.
En concreto, el fiscal pide 18 años de prisión para cada uno de los procesados por un delito continuado de agresión sexual; dos años y 10 meses de cárcel por un delito contra la intimidad y dos años de prisión por un delito de robo con intimidación.
Además, reclama para los acusados, como responsables civiles directos, una indemnización de 100.000 euros para la víctima por «el daño moral ocasionado».
«¿Llevamos burundanga?»
Los mensajes, enviados antes de la madrugada del 7 de julio, evidencian que la agresión cometida en la capital navarra no fue algo puntual, si no que parece responder a una práctica habitual en las juergas de estos personajes.
En tres grupos diferentes de Whatsapp, los acusados y sus amigos conversaron durante el verano sobre su deseo de cometer abusos: “Estas vacaciones son la prueba de fuego para ser un lobo”, comenta uno de ellos.
No se guardan ningún detalle, y llegan a charlar sobre el material que necesitan para sus macabras intenciones: “Hay que empezar a buscar el cloroformo, los reinoles, las cuerdas… para no cogernos los dedos porque después queremos violar todos”, comentaba uno de los procesados mientras planificaban una visita a un festival de música en Cádiz.
No fue la única vez que propusieron usar fármacos sedantes o con efectos hipnotizantes para forzas a las jóvenes en contra de su voluntad: “¿Llevamos burundanga? Tengo reinoles tiraditas de precio para las violaciones”, comenta uno de ellos sin que le tiemble el pulso al escribir.
Acusados de otra violación en Córdoba
Cuatro de los cinco agresores investigados por violar en grupo a una joven en estos sanfermines han sido imputados por otro abuso sexual, también en grupo, a una chica de 21 años en Córdoba el pasado mayo.
Los investigados grabaron los hechos de la ciudad andaluza en un móvil y compartieron un vídeo en un chat, según señala el auto, que puede ser recurrido, en el que el magistrado sostiene además que “existen serios indicios de que podrían haberse utilizado sustancias específicamente destinadas para provocar la inconsciencia de la víctima”.
En la instrucción judicial sobre la presunta violación ocurrida en Pamplona el pasado 7 de julio, el magistrado investiga también unas grabaciones realizadas supuestamente por los acusados, entre ellos un militar y un guardia civil, y alude, como en este nuevo caso, a una sustancia sedante, conocida como burundanga.