Respiración controlada: cómo utilizarla y por qué importa
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Respirar es un acto de gran importancia que cada humano realiza de manera inconsciente. El oxígeno es fundamental para vivir y realizar cada una de las acciones que se llevan a cabo en el día a día. Es por ello que respirar correctamente contribuye al rendimiento de los humanos. Aprender a utilizar la respiración controlada permite hacer más eficiente el proceso de obtención de oxígeno e incluso tiene otros beneficios. ¿Los conoces?
¿Qué es la respiración controlada?
La respiración controlada es una técnica que permite respirar de manera lenta y calmada. En ella se utiliza el diafragma para respirar en lugar de utilizar todo el pecho. Dominar esta técnica puede ayudar a sentirse relajado. Es por ello que la respiración controlada se usa con personas que sufren de ansiedad o estrés.
Respirar profundamente sintiendo cómo se expande la barriga, detenerse durante unos 5 segundos y soltar el aire lentamente. En la respiración controlada hay que realizar entre 8 y 12 respiraciones por minuto. Hay que utilizar correctamente los pulmones para así realizarla de manera eficiente y evitar cansancio al inhalar aire. Si se respira demasiado profundo se puede producir hiperventalilación, lo que tendría un resultado negativo.
Beneficios de la respiración controlada
La respiración controlada ha sido utilizada durante muchos años en disciplinas como el yoga como una manera de concentrarse y mejorar la vitalidad.
Científicos han descubierto que aprender a controlar la respiración tiene beneficios como reducir el estrés y otros síntomas asociados con la ansiedad, el insomnio, la depresión y el déficit de atención.
Respirar correctamente es muy útil para hacer ejercicio. En actividades anaeróbicas como el running o el ciclismo, realizar respiraciones controladas al final del ejercicio puede ayudar a volver a la calma. En el gimnasio, al mover peso, controlar la respiración es de gran ayuda para ganar estabilidad a la hora de realizar los distintos movimientos.