Polvo y lodo en la zona DANA: ¿por qué es crucial usar mascarilla tras 25 días?
La leptospirosis es uno de los principales riesgos tras inundaciones o lluvias torrenciales
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La zona de Valencia afectada por la DANA hace 25 días sigue siendo un foco de posibles enfermedades relacionadas con el polvo en suspensión y el lodo acumulado en las calles. Las autoridades, junto con expertos, han emitido recomendaciones estrictas para reducir el impacto en la salud pública, subrayando la importancia del uso de mascarillas en las áreas.
Así, las inundaciones que han dejado grandes cantidades de agua y lodo estancado en calles, campos y zonas urbanas, que es particularmente peligroso porque favorece la proliferación de enfermedades diarreicas, salmonelosis, hepatitis A, infecciones cutáneas, respiratorias o conjuntivitis, entre otras. Por ello, que se pide el uso de material adecuado para estas condiciones y ahora, las mascarillas.
El polvo en suspensión es la continuidad del fenómeno de la Dana con partículas del terreno seco que aumentan el riesgo de problemas respiratorios. En cuanto al barro retenido durante semanas, no sólo complica las labores de limpieza, sino que también se convierte en un foco para microorganismos y malos olores que agravan la situación sanitaria.
Por esta situación, las mascarillas son imprescindibles porque filtran las partículas finas en el aire, reduciendo el riesgo de enfermedades respiratorias como asma, alergias o infecciones. También se debe evitar las exposiciones cutáneas y es recomendando el lavado frecuente de manos y evitar el contacto directo con el lodo.
Mientras la Zona DANA continúa enfrentando los estragos de este fenómeno, la población y las autoridades trabajan juntas para superar el reto. El uso de mascarillas y la implementación de medidas de seguridad sanitaria son esenciales para proteger a la población más vulnerable.
Aunque el panorama es complicado, las lecciones aprendidas de esta crisis pueden marcar la diferencia en la prevención de futuras emergencias.
Tercer caso de leptospirosis
La dirección general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad ha confirmado este viernes un nuevo caso de leptospirosis tras las inundaciones de Valencia, que se suma a otros dos confirmados anteriormente de esta enfermedad bacteriana.
La leptospirosis es uno de los principales riesgos tras inundaciones o lluvias torrenciales, y la transmisión de un ser humano a otro es extremadamente rara, según han señalado fuentes de la Generalitat.
Las personas se pueden infectar a través del contacto directo con la orina o fluidos de animales infectados, fundamentalmente roedores, o por contacto con agua contaminada con orina y tierra mojada. También se puede producir por la ingestión de alimentos o agua contaminados por orina de animales infectados.
Estas bacterias pueden entrar en el organismo a través de lesiones cutáneas o mucosas, afectando tanto a personas que residen en las zonas afectadas como a aquellas involucradas en labores de limpieza y rescate.
Para combatir esta infección existe tratamiento antibiótico y en términos clínicos la mayoría de los casos presentan síntomas leves como fiebre, malestar general y dolores musculares.
Desde la Consejería de Sanidad se insiste a la población de la necesidad de seguir las recomendaciones de protección frente a la leptospirosis, de forma que cuando se realicen labores de limpieza hay que usar mascarilla, botas de goma o calzado cerrado impermeable, ropa que cubra brazos y piernas y guantes impermeables.
Además, hay que cubrir las heridas, cortes o rasguños con apósitos o vendajes impermeables, mientras que no hay que consumir alimentos que puedan haber estado expuestos a roedores o agua contaminada y se deben mantener los alimentos y la basura en recipientes cerrados y poner trampas para evitar la aparición de roedores.
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