Psicóloga en Asociación Autismo

María Verde: «1 de cada 7 personas con autismo experimenta dificultades emocionales o de salud mental»

"La manera en la que el TEA se manifiesta puede cambiar a lo largo de la vida"

autismo
"Existen numerosos mitos en torno a las personas con autismo", afirma.

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El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es una condición neurobiológica compleja que afecta el desarrollo cerebral, lo cual genera desafíos en la comunicación, la interacción social y la flexibilidad de pensamiento y comportamiento de quienes lo presentan. Al no manifestarse con rasgos físicos visibles y variar significativamente de una persona a otra, el TEA sigue siendo una realidad desconocida para muchas personas y está rodeado de mitos que dificultan la inclusión social y la comprensión de sus características y capacidades.

La manera en la que el TEA se manifiesta puede cambiar a lo largo de la vida, con fases de mayor o menor necesidad de apoyo, lo que hace necesario un enfoque integral y continuo en los distintos ámbitos de la vida: educación, empleo, relaciones sociales y participación comunitaria. Combatir los prejuicios y fomentar una mejor comprensión del TEA resulta esencial para construir una sociedad inclusiva, que valore la diversidad y permita a cada persona en el espectro autista participar plenamente en la vida social, educativa y laboral, desarrollando su potencial en un entorno de respeto y apoyo.

En declaraciones a OKSalud, María Verde Cagiao, psicóloga del área de Investigación de Autismo España, aborda los desafíos actuales que enfrenta el colectivo, centrándose en las necesidades específicas de los jóvenes con TEA en áreas como la educación, el empleo y la vida independiente. La experta subraya la importancia de un enfoque inclusivo y basado en evidencias para proporcionar los apoyos necesarios que garanticen una mejor calidad de vida y participación social.

PREGUNTA.-¿Cuáles considera que son los principales desafíos que enfrentan los jóvenes con TEA en su desarrollo social y en sus interacciones diarias?

RESPUESTA.- La principal barrera que enfrentan los y las jóvenes autistas tiene que ver con sus oportunidades para la participación social y comunitaria. Por una parte, los códigos sociales y las interacciones que manejamos cotidianamente, con sus matices, dobles sentidos e intenciones a veces retorcidas pueden suponer un auténtico reto para ellos y ellas. Por otro lado, las personas no autistas tenemos también importantes dificultades y resistencias para adaptarnos a sus formas de comunicación. Además, muchos entornos y servicios carecen de las medidas de accesibilidad cognitiva y sensorial necesarias para garantizar su derecho a la participación.

P.-¿De qué manera afecta la falta de comprensión social a las oportunidades de inclusión para los jóvenes con TEA?

R.- Estos desafíos les afectan desde la infancia, ya en el ámbito escolar, y les acompañan en su transición a la vida adulta, dificultando su acceso a círculos sociales, servicios comunitarios, ofertas formativas y de empleo y, en definitiva, poniendo impedimentos a su vida independiente y autónoma.

P.-¿Cómo impactan las dificultades en la comunicación e interacción social en la salud mental de los jóvenes con TEA?

R.- Por supuesto todas estas barreras impactan en su salud mental: 1 de cada 7 personas con autismo refiere haber experimentado dificultades emocionales o de salud mental a lo largo de su vida, y el riesgo y la prevalencia del suicidio en este colectivo son superiores a los de la población general. Esto responde a toda una vida salpicada por las dificultades y las barreras: una atención temprana que muchas veces llega tarde, un peor estado de salud general, altísima tasa de paro, falta de autonomía, etc.

P.-¿Qué mitos o creencias erróneas sobre el TEA considera que dificultan la inclusión y el desarrollo de los jóvenes?

R.- Existen numerosos mitos en torno a las personas con autismo, por ejemplo, que prefieren estar aisladas o no relacionarse. En la misma línea, sus intereses a menudo muy focalizados se perciben como extravagantes y pueden dar la sensación de no compartir intereses con otras personas. Esto no es así en la mayoría de los casos, sino que más bien que sus acercamientos sociales son aparentemente inadecuados, atípicos o incluso a veces excesivos. Todo esto puede generar mucho rechazo social hacia ellos y ellas.

Otro mito que puede resultar especialmente nocivo para el colectivo es el del «síndrome del sabio», que todas las personas autistas tienen una inteligencia superior a la media o poseen habilidades especiales. Sabemos que esto no necesariamente es así, hay personas con autismo con cualidades intelectuales muy diferentes y poner estas expectativas sobre ellas puede llevar a ideas erróneas, conflictos o afectar negativamente a su autoestima.

Por último, la idea equivocada de que el autismo es una condición masculina provoca que muchas mujeres autistas estén invisibilizadas y accedan de forma más tardía a un diagnóstico especializado, y con ello a los apoyos que necesitan en su día a día.

Especialmente durante la adolescencia y la juventud estos mitos pueden provocar más perjuicios que en otras etapas vitales sobre la calidad de vida de estas personas debido a la gran relevancia que cobran las relaciones con otras personas en esta época.

P.-¿Qué tipo de apoyo educativo cree que es esencial para facilitar el aprendizaje y la adaptación en los entornos escolares y universitarios para jóvenes con TEA?

R.- Una educación de calidad para las personas autistas debe estar adaptada a las capacidades, prioridades y necesidades específicas de cada estudiante, en todos los niveles y modalidades educativas. Esto pasa por garantizar los servicios de apoyo, innovar en las modalidades de escolarización, incrementar los recursos educativos y fomentar el respeto a la diversidad en todas las etapas y ámbitos de la educación tanto formal como informal.

P.-¿Qué rol considera que juega la familia en el desarrollo y bienestar de los jóvenes con TEA, y qué apoyo adicional necesitan?

R.- Una educación de calidad para las personas autistas debe estar adaptada a las capacidades, prioridades y necesidades específicas de cada estudiante, en todos los niveles y modalidades educativas. Esto pasa por garantizar los servicios de apoyo, innovar en las modalidades de escolarización, incrementar los recursos educativos y fomentar el respeto a la diversidad en todas las etapas y ámbitos de la educación tanto formal como informal.

P.-¿Cuáles son las barreras laborales más comunes para los jóvenes adultos con TEA y cómo pueden superarse?

R.- En el acceso al empleo, los jóvenes autistas a menudo se topan con una oferta de oportunidades laborales ajustadas a sus capacidades y vocaciones muy limitadas. El desconocimiento y los mitos o prejuicios en torno al autismo por parte de las empresas u organizaciones son la primera barrera que atraviesan; las pruebas de acceso (entrevistas, exámenes) habitualmente no están adaptados de forma que resulten inclusivas y accesibles; y los puestos de trabajo (tareas, carga laboral, entorno físico) tampoco.

P.-¿Qué acciones pueden tomar las comunidades para fomentar un entorno inclusivo y accesible para los jóvenes con TEA en todas las etapas de su vida?

R.- Fundamentalmente trabajar en la sensibilización y la concienciación, derribar mitos y estereotipos y hacer un especial esfuerzo por generar entornos accesibles e inclusivos para todas las personas.

 

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