Estudio científico

Investigadores localizan las células culpables de causar fiebre

El origen de la fiebre se encuentra en el cerebro

La hormona prostaglandina E2 es la clave de la activación de proceso febril

fiebre
La fiebre es parte de la respuesta general del sistema inmunitario del cuerpo.

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La fiebre es parte de la respuesta general del sistema inmunitario del cuerpo que cursa con un aumento temporal de la temperatura corporal y que, por lo general, se debe a una infección. Aunque acostumbra a ser molesta, tanto para niños como para adultos, no suele ser motivo de preocupación, ya que, como hemos dicho, se trata de una reacción natural del cuerpo frente a una infección.

La temperatura corporal varía levemente según la persona y el momento del día. Tradicionalmente, se ha establecido como temperatura promedio en 37º Celsius. Por lo general, se considera que una persona tiene fiebre si, al tomarle la temperatura con un termómetro oral, la temperatura en la boca es de 37,8 grados Celsius o más.

Además del aumento de temperatura, la fiebre puede causar otros síntomas, como la sudoración excesiva, escalofríos y temblores, dolor de cabeza y muscular, pérdida de apetito o debilidad general. En algunos casos, también puede provocar irritabilidad y deshidratación, según indica la Clínica Mayo. Sin embargo, hasta ahora, se desconocía cómo actuaba el sistema nervioso para alterar la temperatura corporal.

Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Linköping en Suecia ha identificado en ratones cuáles son las células en los vasos sanguíneos del cerebro que son necesarias para generar una reacción de fiebre.

«Todo el mundo tiene fiebre, de vez en cuando. Si entendemos los mecanismos detrás de la fiebre, también podemos entender cómo pueden funcionar los nuevos medicamentos y tratamientos», han dicho los expertos que han descubierto cómo se origina la fiebre y recuerdan que la fiebre es la respuesta del cuerpo a una infección o inflamación y un mecanismo de defensa contra, por ejemplo, virus y bacterias.

Según explican en el medio especializado Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), con ello se responde a la pregunta hasta ahora sin respuesta de qué órganos están involucrados en la fiebre.

El termostato de nuestro organismo

Tal y como apuntan los autores de este estudio, la respuesta al origen de fiebre está en unos receptores situados en la superficie exterior de la barrera hematoencefálica (red de vasos sanguíneos y tejido compuesta de células estrechamente unidas a fin de evitar que las sustancias dañinas penetren en el encéfalo). Estos receptores son capaces de transmitir la señal a la superficie interior de esa barrera, en la que se encuentran unas células denominadas endoteliales. Como reacción, estas células segregan una hormona llamada prostaglandina E2, que activa receptores en el hipotálamo: el termostato de nuestro organismo.

Hasta ahora, se pensaba que la prostaglandina debía ser producida también en otros órganos como los pulmones o el hígado para poder iniciar una reacción febril. No obstante, estos investigadores han observado en ratones que las células endoteliales son las únicas necesarias en el proceso.

Los investigadores utilizaron ratones modificados en los que eliminaron algunos de los genes encargados de producir prostaglandina en las células endoteliales del cerebro e inyectaron sustancias presentes en la pared celular de ciertas bacterias, lo que debía en condiciones normales provocar fiebre. Sin embargo, no fue el caso en los ratones modificados.

Con esto, demostraron que las células endoteliales del cerebro eran necesarias para provocar fiebre, pero no que fuera suficiente. Para ellos, realizaron un experimento opuesto: modificaron los ratones de manera que las únicas células que producían prostaglandina fueran las células endoteliales del cerebro. En esta ocasión, sí se produjo la reacción febril.

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