Dos años de control de peso con semaglutida

La sociedad científica estadounidense centrada en la obesidad, OS (Obesity Society) convocaba el pasado mes de noviembre su encuentro anual, la Semana de la Obesidad, que ha sido un encuentro virtual. En él se han presentado los resultados de un nuevo estudio, después publicado en la revista de la Asociación Médica Americana (JAMA) sobre el control del peso durante dos años con semaglutida. Se trata de un medicamento ya aprobado por la FDA en junio de 2021. Ahora se habla de sus efectos en un plazo de dos años. Se recomienda su uso en combinación con dieta y actividad física.

En el estudio, llamado STEP 5, los participantes adultos con sobrepeso y obesidad, tratados con inyecciones semanales, perdieron como media un 15% más de peso desde el comienzo que las personas incluidas en el ensayo para la comparación (grupo de control), que solamente perdieron un 3% de su peso. Además, los voluntarios tratados con este medicamento fueron mucho más propensos a bajar un 5%, 10%, 15% o 20% de su peso.

El trabajo incluyó a pacientes de cinco países, 304 en total, sin diabetes pero con alguna enfermedad derivada de la obesidad. Tanto los pacientes medicados como los que no lo estuvieron se sometieron a una dieta hipocalórica y practicaron actividad física.

Medicamentos arGLP-1

El fármaco pertenece a la familia de los agonistas de los receptores de GLP-1 (arGLP-1). Son un tipo de medicamentos que se desarrollaron para tratar la diabetes tipo 2, pero que también facilitan la pérdida de peso. Otra clase similar es la de los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT-2).

La idea en general es combinar los fármacos para ayudar en un cambio del estilo de vida. Según diversos estudios, pueden hacer que se pierdan entre 2,8 y 4,2 kilos más que haciendo dieta y ejercicio.

Los arGLP-1 imitan el funcionamiento de una hormona llamada péptido similar al glucagón tipo 1. Cuando los niveles de glucosa en la sangre empiezan a subir, algo que sucede después de comer, estos fármacos estimulan al cuerpo a segregar más insulina. La insulina adicional ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre, esto es lo que ayuda a controlar la diabetes tipo 2, pero aún no se ha establecido cómo ayudan a perder peso. Parece que ayudan a suprimir la sensación de apetito.

También se ha visto que usarlos puede asociarse con mejoras en los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, como presión arterial y niveles de colesterol, aunque eso podría deberse a la pérdida de peso y no necesariamente al empleo de los fármacos.

Como todos los medicamentos, pueden provocar efectos secundarios, y no están recomendados en todos los casos. Cuando se aprobó semaglutida, Lee Kaplan, director del Instituto de Obesidad, Metabolismo y Nutrición del Hospital General de Massachusetts, lo consideró un avance «importante» en los esfuerzos para controlar la epidemia de obesidad.

«Los estudios que respaldan la aprobación han mostrado que este medicamento es casi el doble de eficaz que las mejores opciones actualmente aprobadas, con una pérdida de peso del 15% en un año. Con este grado de adelgazamiento a largo plazo, podemos prever una mejoría en muchas de las más de 200 enfermedades asociadas a la obesidad o que empeoran con ella», declaraba.

Según recuerdan los expertos del Grupo de Trabajo de Diabetes de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), los programas clínicos de esta familia de medicamento suman más de 400 estudios y 74 meta-análisis (revisión de los resultados de diversos ensayos clínicos) que avalan su eficacia.

Trabas administrativas

En España, el reembolso por parte del Sistema Nacional de Salud de estos tratamientos requiere un visado cuyas condiciones son: tratamiento combinado en pacientes con mal control e índice de masa corporal (IMC) ≥ 30 kg/m2.

Durante el último encuentro anual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrción (SEEN), que se celebró en octubre en Sevilla, Manuel Gargallo, responsable del Grupo de Diabetes de esta sociedad científica lamentaba que se esté desaprovechando el potencial de medicamentos de este tipo por «restricciones que no tienen nada que ver con criterios clínicos».

Estos medicamentos -recuerda el experto- han demostrado ser eficaces en pacientes obesos, por un lado, y en personas con obesidad, por otro. No obstante, solamente se financian si se dan las dos condiciones en un mismo paciente. Pueden recetarse con ese criterio, pero para el reembolso tienen que cumplirse las dos condiciones. A su modo de ver, esto demuestra que se admite que son eficaces, pero se limita su empleo.