Los «bajones» de azúcar dañan los ojos… y un nuevo fármaco ayuda a corregir el problema
Las complicaciones oculares pueden afectar a personas con diabetes tipo 1 y tipo 2
Si no se tratan pueden causar daños permanentes

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Expertos de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos) y los Institutos Nacionales de Salud (Estados Unidos) aseguran haber descrito cómo los niveles bajos de glucosa (hipoglucemia) pueden hacer que se rompa la barrera de la retina, un importante elemento de protección que regula el flujo de nutrientes y desechos a esta parte del ojo.
La retina está formada por células nerviosas que se encuentran en la pared interior del fondo del ojo. Esas células detectan la luz y envían al cerebro señales para que podamos ver.
Los científicos han observado este fenómeno en ratones de laboratorio con diabetes, ofreciendo nueva información sobre la retinopatía diabética, sobre todo en cuanto a su relación con los niveles bajos de glucosa. La retinopatía diabética es una complicación seria de la diabetes tipo 1 y tipo 2, puede provocar daños permanentes en la visión si no se trata adecuadamente.
En su estudio, publicado en la revista científica Science Translational Medicine, los expertos explican que una proteína llamada factor inducible por hipoxia (HIF, por sus siglas en inglés) se acumula en células de la retina durante los episodios de hipoglucemia.
HIF y la retinopatía diabética
La HIF es un elemento conocido de la retinopatía diabética y otras enfermedades oculares. Puede activar una reacción en cadena en la que se produce una producción excesiva de otras proteínas que acaba causando filtraciones en los vasos sanguíneos de la retina. Lo que se ha visto ahora es que HIF también tiene que ver en la ruptura de la barrera que protege la retina.
Para llegar a esta conclusión, indujeron periodos de hipoglucemia en ejemplares con diabetes y sin ella. El experimento mostró que los ratones diabéticos tenían niveles más elevados de HIF durante esos episodios, en cantidad suficiente para romper la barrera que protege la retina y provocar filtraciones en los vasos sanguíneos. Por el contrario, los ratones sin diabetes no mostraron niveles más elevados de esta proteína. La destrucción de la barrera en casos de retinopatía diabética contribuye a que se produzcan daños irreversibles en la retina y pérdida de visión.
Dando un paso más, el equipo investigó si un medicamento experimental, denominado 32-134D, que inhibe la proteína HIF, podría servir de ayuda. Se les inyectó antes de los episodios de hipoglucemia a algunos ratones diabéticos, y pudo verse que sus niveles de HIF eran más bajos, lo cual prevenía la expresión de otras proteínas que desencadenan las filtraciones de los vasos sanguíneos.
Akrit Dodhi, profesor de oftalmología en la Universidad Johns Hopkins, considera que «estos estudios ayudan a entender por qué los pacientes con diabetes que comienzan el tratamiento con un control estricto de la glucosa, comparados con los que permiten oscilaciones en sus niveles de glucosa, suelen tener mejor evolución en términos de salud ocular».
Asimismo, indica que estos hallazgos ponen de relieve por qué las terapias dirigidas a la proteína HIF pueden ser una buena manera de controlar la retinopatía diabética. El equipo está trabajando en el diseño de más estudios sobre la proteína en cuestión y la ruptura de la barrera de la retina, y esperan poder llevar las observaciones sobre 32-134D a ensayos clínicos con pacientes.
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